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jueves, septiembre 07, 2006
Un gen "desconecta" las células madre
Diario La Nación - Ciencia/Salud
Jueves 7 de Septiembre de 2006
Hallazgo
Un gen "desconecta" las células madre
Sería una clave del envejecimiento
NUEVA YORK.- Tres equipos de biólogos descubrieron una profunda relación entre la expectativa de vida y el cáncer: un gen que "apaga" las células madre a medida que una persona envejece.
Este gen crucial, ya bien conocido por su papel en la supresión de tumores, parece ser el mediador de un profundo equilibrio entre la vida y la muerte. Para evitar el creciente riesgo de cáncer a medida que una persona envejece, el gen reduce gradualmente la capacidad de proliferación de las células madre.
El descubrimiento, publicado ayer en la edición online de Nature, fue realizado en una especie de ratones que carecen del gen, pero se piensa que también puede aplicarse a las personas.
El hallazgo sugiere que muchas de las enfermedades degenerativas del envejecimiento son causadas por el silenciamiento activo de las células madre que renuevan los diferentes tejidos del organismo, y que no son simple consecuencia de una desintegración pasiva de los tejidos por el desgaste diario de la vida, como generalmente se cree.
"No creo que el envejecimiento sea un proceso azaroso -es un programa, un programa anticáncer-", dijo el doctor Norman E. Sharpless, de la Universidad de Carolina del Norte, autor principal de uno de los tres trabajos. Los otros dos son el doctor Sean J. Morrison, de la Universidad de Michigan, y el doctor David T. Skadden, de la Escuela de Medicina de Harvard. Las implicancias del hallazgo para la terapia celular basada en las células madre adultas del propio individuo todavía no están claras, pero la noticia de que estas células se "apagan" con la edad no parece particularmente alentadora. El resultado podría restarles respaldo a los que se oponen a la investigación con células madre embrionarias argumentando que las células madre adultas son suficientes para realizar terapias celulares. El doctor Sharpless dijo que su descubrimiento muestra que es necesario seguir adelante con ambas estrategias de investigación.
El gen de esta historia tiene el nombre poco memorable de p16-Ink4a, pero juega un papel fundamental en las defensas del organismo contra el cáncer. Dirige la síntesis de dos proteínas diferentes que interactúan con los dos sistemas principales para decidir si una célula debe dividirse o no.
Una de ellas aumenta sustancialmente con la edad. Las células de una persona de 70 años producen 10 veces más de la proteína Ink-4 que las de una persona de 20, dijo Sharpless. Los tres equipos llegaron esencialmente al mismo resultado: que en cada tipo de tejido las células tienen mayor capacidad de proliferar cuando no se produce la proteína Ink-4. Al mismo tiempo, los ratones que carecían de esta proteína tienen una marcada tendencia a desarrollar tumores, que empiezan a desarrollar ya al año de edad. Los investigadores sugieren, pero todavía no probaron, que las crecientes cantidades de Ink-4 producidas a medida que una persona envejece pone a las células en estado de senescencia, de modo que no puedan volver a dividirse.
Por Nicholas Wade
De The New York Times
http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=838436
LA NACION 07.09.2006 Página 14 Ciencia/Salud
Copyright 2006 SA LA NACION Todos los derechos reservados
Jueves 7 de Septiembre de 2006
Hallazgo
Un gen "desconecta" las células madre
Sería una clave del envejecimiento
NUEVA YORK.- Tres equipos de biólogos descubrieron una profunda relación entre la expectativa de vida y el cáncer: un gen que "apaga" las células madre a medida que una persona envejece.
Este gen crucial, ya bien conocido por su papel en la supresión de tumores, parece ser el mediador de un profundo equilibrio entre la vida y la muerte. Para evitar el creciente riesgo de cáncer a medida que una persona envejece, el gen reduce gradualmente la capacidad de proliferación de las células madre.
El descubrimiento, publicado ayer en la edición online de Nature, fue realizado en una especie de ratones que carecen del gen, pero se piensa que también puede aplicarse a las personas.
El hallazgo sugiere que muchas de las enfermedades degenerativas del envejecimiento son causadas por el silenciamiento activo de las células madre que renuevan los diferentes tejidos del organismo, y que no son simple consecuencia de una desintegración pasiva de los tejidos por el desgaste diario de la vida, como generalmente se cree.
"No creo que el envejecimiento sea un proceso azaroso -es un programa, un programa anticáncer-", dijo el doctor Norman E. Sharpless, de la Universidad de Carolina del Norte, autor principal de uno de los tres trabajos. Los otros dos son el doctor Sean J. Morrison, de la Universidad de Michigan, y el doctor David T. Skadden, de la Escuela de Medicina de Harvard. Las implicancias del hallazgo para la terapia celular basada en las células madre adultas del propio individuo todavía no están claras, pero la noticia de que estas células se "apagan" con la edad no parece particularmente alentadora. El resultado podría restarles respaldo a los que se oponen a la investigación con células madre embrionarias argumentando que las células madre adultas son suficientes para realizar terapias celulares. El doctor Sharpless dijo que su descubrimiento muestra que es necesario seguir adelante con ambas estrategias de investigación.
El gen de esta historia tiene el nombre poco memorable de p16-Ink4a, pero juega un papel fundamental en las defensas del organismo contra el cáncer. Dirige la síntesis de dos proteínas diferentes que interactúan con los dos sistemas principales para decidir si una célula debe dividirse o no.
Una de ellas aumenta sustancialmente con la edad. Las células de una persona de 70 años producen 10 veces más de la proteína Ink-4 que las de una persona de 20, dijo Sharpless. Los tres equipos llegaron esencialmente al mismo resultado: que en cada tipo de tejido las células tienen mayor capacidad de proliferar cuando no se produce la proteína Ink-4. Al mismo tiempo, los ratones que carecían de esta proteína tienen una marcada tendencia a desarrollar tumores, que empiezan a desarrollar ya al año de edad. Los investigadores sugieren, pero todavía no probaron, que las crecientes cantidades de Ink-4 producidas a medida que una persona envejece pone a las células en estado de senescencia, de modo que no puedan volver a dividirse.
Por Nicholas Wade
De The New York Times
http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=838436
LA NACION 07.09.2006 Página 14 Ciencia/Salud
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