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martes, enero 31, 2006

 

Trabajo de científicos argentinos en esclerosis lateral amiotrófica: Hallan el origen de una rara enfermedad

Trabajo de científicos argentinos en esclerosis lateral amiotrófica

Hallan el origen de una rara enfermedad

En el 50% de los casos, la causarían anticuerpos producidos por el sistema inmune del propio paciente

Padecida, entre otros, por el físico inglés Stephen Hawking, el actor británico David Niven y el popular beisbolista estadounidense Lou Gherig -de allí que también se la conozca como enfermedad de Gherig-, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una afección neurodegenerativa, progresiva y fatal, que ataca las neuronas motoras, es decir, las células nerviosas encargadas de controlar los músculos voluntarios.

A medida que esas neuronas mueren a consecuencia de la enfermedad, las contracciones musculares se hacen cada vez más débiles hasta llegar a la parálisis. En orden, lo primero que esto afecta es la capacidad de movimiento y con el tiempo se van perdiendo funciones vitales, como masticar, tragar y hasta respirar.

Pese a haber sido descripta en 1869 por el neurólogo francés Jean-Martin Charcot, aún se conoce poco sobre sus causas y, hasta la fecha, no existe ningún tratamiento efectivo. Se sabe que sólo del 5 al 10% de los pacientes la heredan, pero para el resto -las denominadas "formas esporádicas" de la enfermedad- todavía no se ha identificado ningún origen.

Ahora, los científicos Mario Pagani y Osvaldo Uchitel, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y Ricardo Reisin, del Hospital Británico, demostraron que los responsables de la enfermedad en el 50% de los casos son los anticuerpos que produce el propio paciente.

Por este hallazgo, los tres investigadores fueron premiados durante el último Congreso Argentino de Neurología, organizado por la Sociedad Neurológica Argentina.

El enemigo interno

En la actualidad, existen cuatro líneas de investigación abiertas sobre cuáles podrían ser las causas de la ELA esporádica.

Una de ellas, denominada "hipótesis inmunológica", sostiene que el origen de esta rara enfermedad es autoinmune; es decir que la patología se produce porque el sistema inmunológico del propio organismo produce anticuerpos que atacan las neuronas motoras y provocan su muerte.

"Hemos confirmado que en el 50% de los enfermos de ELA esporádica hay inmunoglobulinas que se pegan a las neuronas motoras y que, además, regulan la acción fisiológica de esas células nerviosas", explica el doctor Uchitel, profesor titular de la Fceyn e investigador del Conicet.

Según el experto, los resultados de los experimentos también mostraron que esos anticuerpos no están presentes en las personas sanas, ni en las que padecen la forma familiar (hereditaria) de la enfermedad.

"Que [los anticuerpos] solamente se encuentren en la mitad de los pacientes con ELA esporádica es consistente con la suposición de que se trata de un desorden heterogéneo y explicaría por qué ellos exhiben respuestas diferentes ante los tratamientos", agrega el coautor del estudio.

Además de revitalizar la hipótesis inmunológica, el trabajo -que acaba de ser publicado en la prestigiosa revista The Journal of Neuroscience- explica los mecanismos moleculares que conducirían a la muerte neuronal: "Cuando el anticuerpo se une a la neurona motora, envía una señal al interior de la célula a través de una serie de moléculas que actúan como mensajeras -señala Pagani-. Esa señal finalmente produce la liberación de una cantidad significativa de calcio, que está almacenado en la célula".

Según el investigador, el aumento en la concentración de calcio durante cierto tiempo puede llevar a que la célula se "estrese" y muera.

Paso a paso

La demostración de la existencia de anticuerpos específicos contra las neuronas motoras explicaría por qué en la ELA sólo se mueren las células nerviosas que controlan los movimientos voluntarios, en tanto que el resto de las neuronas se mantiene vital. De hecho, mientras la enfermedad progresa, los pacientes conservan su capacidad intelectual.

De igual manera, la presencia de esas inmunoglobulinas indica necesariamente que en algún lugar de la superficie de la neurona motora debe haber un antígeno al cual se unen.

"Con este trabajo hemos logrado mostrar el sitio preciso en el que se pega el anticuerpo, pero todavía no sabemos cuál es el antígeno. Este será el próximo paso", asegura Uchitel.

Para el equipo de investigadores, identificar y purificar el antígeno permitiría, entre otras cosas, generar modelos animales para estudiar mejor la enfermedad. También posibilitaría poner en práctica terapias de tolerancia inmunológica en los pacientes que producen anticuerpos contra sus propias neuronas motoras.

Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

Por Gabriel Stekolschik
Para LA NACION


Su mujer, Elaine, ayuda al físico inglés Stephen Hawking, que padece esclerosis lateral amiotrófica
Foto: Archivo

http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=754163
LA NACION 07.11.2005 Página 12 Ciencia/Salud




lunes, enero 30, 2006

 

Primeros pasos en el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica con riluzol

Primeros pasos en el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica con riluzol

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por pérdida progresiva de las neuronas motoras, con el subsecuente deterioro de la fuerza muscular, que termina provocando incapacidad funcional total y, por último, la muerte. A pesar de algunos progresos en el conocimiento de la fisiopatología de la entidad, relacionados con el papel de la toxicidad mediada por glutamato, hasta la fecha no existe tratamiento efectivo.
Por fortuna, reportes recientes señalan el logro de ciertos beneficios terapéuticos tras la administración de riluzol, fármaco con manifiestas propiedades neuroprotectoras gracias a su efecto inhibidor presináptico de la liberación de glutamato. Es más, hace pocos meses y como parte del trabajo adelantado por el Grupo de Estudio sobre ELA/riluzol, fueron publicados los resultados de un estudio orientado a evaluar los efectos de dicho compuesto, así como su perfil de seguridad.
El doctor Vincent Meininger, del hospital Pitié-Salpêtrière de París, en coordinación con investigadores británicos, condujo un estudio doble ciego y aleatorizado, en 959 pacientes con diagnóstico, definido o probable, de ELA, quienes fueron tratados con placebo o una de tres dosis diferentes de riluzol, a saber, 50, 100 y 200 mg diarios. Como parámetro central para evaluar los efectos de la terapia se consideró la necesidad de practicar traqueostomía por insuficiencia ventilatoria y como punto de referencia secundario, fueron contempladas las variaciones en el desempeño funcional de los pacientes.


Luego de un período de seguimiento aproximado de 18 meses, todos los enfermos manejados con riluzol exhibieron tasas muy superiores de supervivencia, sin necesidad de traqueostomía, con respecto a quienes se administró placebo (56.8% versus 50.4%, respectivamente). Tal efecto positivo se mantuvo durante todo el tiempo del estudio y al considerar los distintos factores pronósticos ya reconocidos, el riesgo de muerte guardó una proporción inversa con respecto a la dosis del medicamento. Sin embargo, hay que anotar que la incidencia de efectos adversos, en especial elevación de enzimas hepáticas, fue muy superior con la dosis de 200 mg diarios.
A pesar de los halagadores resultados y de su aceptable seguridad, el medicamento no modificó en forma positiva y significativa el grado de compromiso funcional, de tal manera que la calidad de vida de los individuos afectados no experimentó mejoría alguna. Ello no demerita en todo caso el hecho de que riluzol representa el primer paso en firme hacia el control de una de las enfermedades neurodegenerativas más devastadoras.

Referencia
Lancet,
347:
1425-1431 (mayo25), 1996

Fuente: http://www.iladiba.com/revista/1996/09/cr7.asp


viernes, enero 27, 2006

 

Canales de calcio en los terminales nerviosos normales en formación y en la esclerosis lateral amiotrófica

Canales de calcio en los terminales nerviosos normales en formación y en la esclerosis lateral amiotrófica
Dir: UCHITEL, Osvaldo Daniel
Instituto de Biología Celular

Se caracterizaron los canales de calcio responsables de la transmisión sináptica en la placa neuromuscular del ratón con bloqueantes específicos para canales de calcio de tipo P/Q, L y N ; w-Agatoxina IVA, nitrendipina y w-Conotoxina GVIA, respectivamente.

Se demostró que los canales de tipo P/Q median la liberación en los terminales normales sin mayor participacion de otro tipo de canales. Contrastando con ello, en los terminales nerviosos neoformados después de la desnervación por sección del nervio, los canales de calcio de tipo L participan conjuntamente con los P/Q tanto en la liberación como en la conducción del impulso nervioso. El reconocimiento de la participación de canales de tipo L podría tener implicancias para la comprensión de la fisiopatología de la Esclerosis Lateral Amiotrófica caracterizada por la desnervación y de reinnervación de las fibras musculares y donde ha sido postulada la presencia de anticuerpos que reconocen los canales de calcio en el suero de los pacientes.

Se continuó con el analisis de la acumulación de IgG humana de pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica y de controles en el soma de motoneuronas luego de la aplicación de las mismas sobre terminaciones nerviosas. La inmunotinción de los somas fue cuantitativamente evaluada con un analizador computarizado de imágenes. Se comprobó una mayor acumulación de IgG en el soma neuronal de los animales tratados con IgG de ELA respecto de IgG controles. Este fenómeno podría estar implicado en el mecanismo que lleva a la degeneración de motoneuronas fenómeno característico de esta enfermedad.

Fuente: http://www.rec.uba.ar/ubacyt/me/me064.htm

jueves, enero 26, 2006

 

Detección y Localización Celular de Secuencias de ARN Enteroviral en la Médula Espinal de Pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica

NEUROLOGIA

TITULO : "Detección y Localización Celular de Secuencias de ARN Enteroviral en la Médula Espinal de Pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica."

AUTOR : Berger MM, Kopp N, et al.

CITA : Neurology 54:20-25, Ene 2000.

REVISTA : [Detection and Cellular Localization of Enterovirus RNA Sequences in Spinal Cord of Patients with ALS]

MICRO : Aunque se detectó ARN de enterovirus no poliovirus en cortes de médula espinal de pacientes con esclerosis lateral amiotrófica, resta por demostrar el posible mecanismo patogénico de estos microorganismos.

RESUMEN

Introducción.

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), señalan los autores, es una enfermedad de las neuronas motoras (ENM) que produce una destrucción gradual de estas células y lleva a una debilidad progresiva y a la parálisis muscular, y eventualmente a la muerte por insuficiencia respiratoria. Si bien se han propuesto diversas hipótesis, la etiología de la ELA sigue siendo desconocida. Aunque no se ha aislado ningún virus de muestras neurológicas y no se ha identificado una respuesta inmune específica, algunos investigadores han detectado secuencias de enterovirus en el líquido cefalorraquídeo de algunos pacientes con ELA. Notablemente, existen evidencias experimentales de que algunos virus pueden causar una ENM en ratones. El objetivo del presente estudio fue determinar si es posible detectar secuencias genómicas de enterovirus en muestras histológicas de pacientes con ELA mediante el uso de técnicas de biología molecular.

Métodos

Se utilizaron en el estudio muestras de médula espinal fijadas en formol correspondientes a 17 casos de ELA y 29 casos de otras enfermedades neurológicas (incluyendo 6 casos de enfermedad de Creutzfeld-Jakob, 3 de espina bífida, etc.). Se utilizaron 2 técnicas de transcripción inversa acoplada a reacción en cadena de la polimerasa (RT-PCR) diseñadas para detectar un segmento altamente conservado de la región 5' no traducida del EV. En un caso se utilizó la metodología clásica y en el otro se realizó la reacción in situ. En la RT-PCR clásica, las secciones histológicas fueron desparafinadas y tratadas con proteinasa-K antes de iniciar la transcripción inversa. El producto de la PCR fue analizado mediante electroforesis en gel de agarosa y los fragmentos extraídos del gel fueron sometidos a secuenciación nucleotídica. Para la RT-PCR in situ, las muestras fueron desparafinadas y fijadas en paraformaldehido antes de la transcripción inversa. Durante la PCR se incorporaron nucleótidos marcados con digoxigenina, cuya presencia en las muestras fue revelada luego con anticuerpos específicos marcados con fosfatasa alcalina. Las muestras fueron analizadas por microscopía óptica.

Resultados

La RT-PCR in situ resultó positiva en 15 (88.3%) de las muestras de ELA y la RT-PCR clásica fue positiva en 13 casos (76.4%). Con la primera técnica, la microscopía demostró que los productos de PCR se localizaban en el citoplasma de un único tipo celular del cuerno anterior medular. Estas células fueron identificadas como neuronas de acuerdo a su morfología, pero no puedo hacerse una tinción doble para confirmar la identidad de las mismas. Las secuencias de los productos purificados en las 13 RT-PCR clásicas que resultaron positivas diferían entre sí, pero las discrepancias en homología no superaban el 15%. La secuencia consenso de los productos de PCR exhibió un 94% de homología con el ecovirus 7 y un 90.4% con el ecovirus 6. La RT-PCR in situ fue negativa en 28 de los 29 casos analizados y la técnica clásica lo fue en 22 de los 23 casos en los que fue aplicada; los casos positivos correspondieron a un pinealocitoma anaplásico grado III y un cáncer de garganta con metástasis en ganglio linfático, respectivamente. Las 6 muestras de enfermedad de Creutzfeld-Jakob no pudieron ser procesadas por RT-PCR clásica.

Discusión

En el presente estudio, señalan los autores, se detectó ARN de enterovirus en muestras histológicas de médula espinal de pacientes con ELA. Las muestras fueron positivas por RT-PCR in situ en el 88.3% y por RT-PCR clásica en el 76.4% de los casos. Además, esta investigación demostró por primera vez que estas secuencias enterovirales pueden localizarse en los cuerpos neuronales de los cuernos anteriores de la médula. Aunque no fue posible realizar una tinción doble de las células positivas, aclaran, el tamaño y la forma de los citoplasmas teñidos sugieren fuertemente que esas células son neuronas. Estos resultados constituyen una fuerte evidencia de la relación entre la presencia de enterovirus en las neuronas y el desarrollo de ELA. Sólo el 3.3% de los controles sin ELA fueron positivos por RT-PCR in situ, lo cual indica que es improbable encontrar secuencias de enterovirus en el sistema nervioso de estos individuos. Se ha informado la persistencia a largo plazo del ARN enteroviral en distintos tejidos, comentan, y se ha sugerido la posible participación de estos virus en enfermedades tales como la diabetes mellitus, la miocarditis crónica y el síndrome de fatiga crónica. Los productos de PCR secuenciados en el presente estudio mostraron homología con enterovirus no poliovirus de conocido neurotropismo (ecovirus 7 y 6). Aunque la detección de secuencias enterovirales en los pacientes con ELA relaciona a la enfermedad con la persistencia de enterovirus, no aporta indicios sobre el mecanismo que lleva a la destrucción de la neurona motora. Por el momento, advierten los autores, no hay evidencias de que el virus detectado esté involucrado de alguna manera en la muerte neuronal y en el curso de la enfermedad. Es necesario ampliar las investigaciones para confirmar que el virus detectado es patogénico y determinar cómo se produce la infección persistente con el mismo.

Redactor Ejecutivo : Dr. Pablo Baldi

Sociedad Iberoamericana de Información Científica

Ref : INET , SAMET , NEURO

Fuente: http://www.bago.com/Neurolred/neuro98web.asp



miércoles, enero 25, 2006

 

Hallan el gen de una rara enfermedad

Clarin.com - Edición Sábado 09.08.2003 - Sociedad - Hallan el gen de una rara enfermedad

SALUD | LA ESCLEROSIS AMIOTROFICA PARALIZA EL CUERPO
Hallan el gen de una rara enfermedad

Un equipo científico internacional identificó un gen que, cuando muta, duplica el riesgo de desarrollar esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad que discapacita y provoca la muerte y para la cual no hay cura. Los investigadores comprobaron que la proteína de ese gen mejoraba los síntomas de ratones con esa dolencia.

Se trata de un trastorno degenerativo neuromotor, que origina una pérdida progresiva de la masa muscular. Provoca, en forma gradual, primero debilidad, luego parálisis y finalmente la muerte. El deterioro no es igual de rápido en todas las personas.

Esta enfermedad afecta a 1 o 2 personas cada 100 mil en todo el mundo, y suele desarrollarse después de los 50 años. También se la conoce con el nombre del jugador de béisbol, Lou Gehrig, aunque su paciente más famoso es el astrofísico británico Stephen Hawking.

Peter Carmeliet, del Instituto Interuniversitario de Biotecnología de Flandes en Lovaina (Bélgica), condujo el trabajo, desarrollado por colaboradores de Bélgica, Suecia, Gran Bretaña, Japón y Holanda. Los resultados se publicaron en la revista Nature Genetics.

Ya se conocía este gen, denominado VEGF (iniciales en inglés de "factor de crecimiento vascular endotelial"), pues cumple una importante función en el crecimiento y desarrollo de los vasos sanguíneos. Pero nunca se lo asoció con la esclerosis lateral amiotrófica.

El equipo de Cameliet descubrió que los ratones de laboratorio con una versión defectuosa del gen VEGF, que los inducía a producir menos proteína VEGF, desarrollaban una enfermedad similar a la esclerosis lateral amiotrófica.

Tras estudiar a 1.800 personas, los científicos descubrieron que en aquellas en las que se observaban ciertas mutaciones del gen, éste producía bajos niveles de proteína. Al mismo tiempo advirtieron que esas personas tenían 1,8 veces más riesgos de desarrollar la enfermedad, en comparación con la población normal.

Por otra parte, cuando los investigadores administraron la proteína del gen VEGF a ratones de laboratorio a los cuales se había inducido artificialmente los síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica —concretamente, la médula espinal paralizada—, los animales mejoraron.

El hallazgo lleva a pensar que este gen cumple una función en el desarrollo de este mal. "Los descubrimientos también plantean el interrogante de si un tratamiento más prolongado con la proteína del VEGF puede aplazar el inicio de la enfermedad, o hacer más lenta su progresión", escribieron los científicos.

martes, enero 24, 2006

 

Nuevas terapias contra un mal que afecta la movilidad

Clarin.com - Edición Lunes 24.07.2000 - Sociedad - Nuevas terapias contra un mal que afecta la movilidad

SALUD: EN EL PAIS, DOS MIL PERSONAS SUFREN DE ESCLEROSIS LATERAL AMIOTROFICA

Nuevas terapias contra un mal que afecta la movilidad

Con el borrador del mapa del genoma humano disponible, ya se empieza a vislumbrar alguna cura para la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad que puede afectar progresivamente la capacidad de moverse, de hablar y de alimentarse de las personas y que —aunque no están bien claras sus causas— hoy sí puede ser tratada.

Ahora están en marcha distintos modos de acercamiento al trastorno, que afecta sólo en la Argentina a unas dos mil personas (muchos son jóvenes). Según la Asociación de Esclerosis Lateral Amiotrófica de los Estados Unidos, esas exploraciones son: la identificación de nuevos genes involucrados con los casos en que el trastorno se presenta en varios miembros de una familia; el desarrollo de nuevas drogas y de terapias genéticas; y el estudio de células madres no especializadas que podrían actuar como reemplazantes de las células nerviosas de la espina dorsal que se deterioran por la enfermedad, al sufrir envejecimiento prematuro.

"La persona afectada puede empezar a sentir debilidad en los brazos o en las piernas —se va perdiendo fuerza y resistencia— o, por otro lado, otra forma de los síntomas consiste en tener dificultad para tragar la comida o para reducir el tono de la voz", explicó a Clarín el doctor Roberto Sica, profesor titular de Neurología de la UBA y jefe de la División Neurología del Hospital Ramos Mejía. Después, la enfermedad se va desarrollando progresivamente: reduce al mínimo la capacidad motriz del paciente y termina también disminuyendo la capacidad respiratoria, por lo cual muchos pacientes necesitan respiradores y traqueotomías.

Todo se produce porque ciertas células neuromotoras se dañan o son deficientes. Entonces, las señales eléctricas que se transmiten entre las células no alcanzan a los músculos. Sin la estimulación eléctrica, los músculos se atrofian, "adelgazan" y tienden a desaparecer.



Sustancia química

Los médicos creen que el problema en las células neuromotoras puede deberse a la acumulación excesiva de una sustancia química llamada glutamato, que se vuelve tóxica para las células neuromotoras. También se ha demostrado que se disminuyen los factores tróficos que son los que mantienen con vida a las células. Y además se ha sugerido que puede haber un virus que de repente "se despierta" y mata a las células nerviosas.

Cuando se registran algunos de los síntomas, los médicos pueden pedir distintos exámenes para confirmar el diagnóstico. El electromiograma, que mide la función de los músculos, y la resonancia magnética nuclear son los más importantes. Una vez que se la detectó, la esclerosis lateral amiotrófica debe ser tratada. Aunque en la Argentina, según advierte la Asociación civil Capítulo Argentino de Lucha contra las enfermedades de la Motoneurona (CALMO), "sólo una minoría de los enfermos recibe atención adecuada".

En estos momentos, hay una sola droga aprobada para tratar la enfermedad, que se llama riluzole, que hace que se disminuya la cantidad de glutamato cercano a las células nerviosas. Este tratamiento mejora la calidad de vida de los pacientes. Para conservar la movilidad y por las dificultades que aparecen en el habla y al tragar, los pacientes necesitan rehabilitación foniátrica y kinesioterapia.

Pero, según la CALMO (cuyo teléfono es 4393-6753), la medicación necesaria para el tratamiento de la enfermedad, que cuesta más de mil pesos por mes, no está contemplada ni por las obras sociales ni por las prepagas. Por esto, dicen en la organización que "los pacientes luchan para que la enfermedad sea considerada a la par de otras como el cáncer o el sida".

lunes, enero 23, 2006

 

Células madre


Células madre
Todos hablan de clonación terapéutica pero pocos pueden distinguir los distintos tipos y funciones de las "células madre", que son el arma principal de los nuevos trasplantes de tejidos. Aquí, un informe completo sobre los últimos avances en medicina regenerativa, los bancos públicos y privados de cordón umbilical, las polémicas éticas y los negocios detrás de la ciencia.

Por Luciana Díaz | Fotos: Focus, AFP, CEDOC, gentileza Discovery Channel y MaterCell.

Los diarios llevaron la noticia en sus portadas, en la televisión le dedicaron programas especiales, y en la radio nadie dejó de comentarla: “Por primera vez se obtuvieron células madre a medida de los pacientes a partir de embriones humanos clonados”. Acto seguido, se impusieron las aclaraciones de rigor: que se estaba frente a un logro científico notable; que era un paso clave para combatir en el futuro males hasta ahora incurables como el Alzheimer, la diabetes o el Parkinson; que estas células servirían para reemplazar el tejido dañado de las personas enfermas y que no serían rechazadas porque poseían el mismo material genético del paciente. Pero ¿sabemos de qué hablamos, cuando hablamos de “células madre”?
Desde que la simpática oveja Dolly llegó al mundo, allá por 1996, los avances en el campo de la clonación no se detuvieron. Poco después, James Thomson aisló y cultivó stem cells. Hoy todos opinamos sobre ella como si fuéramos expertos. Sin embargo, ¿entendemos la diferencia entre clonación reproductiva y clonación terapéutica? ¿Comprendemos cuáles son los dilemas éticos que despierta toda esta nueva tecnología? Para empezar, habría que explicar el por qué del revuelo. Ocurre que en la prestigiosa revista Science, investigadores de la Universidad Nacional de Seúl, Corea del Sur, anunciaron que habían clonado embriones humanos utilizando el mismo método que dio origen a Dolly.
Lo novedoso no fue la clonación de los embriones ni que se hubieran podido obtener células madre a partir de ellos, sino que esas células indiferenciadas fueron hechas “a medida” de los pacientes. El tema es así: los investigadores surcoreanos clonaron las células de la piel de unos 12 pacientes. Para esto, primero les retiraron el núcleo –que contiene la información genética– a varios óvulos donados por mujeres menores de 30 años. A esos óvulos “vacíos” los rellenaron con el ADN de una célula de la piel de los pacientes voluntarios. Los óvulos recibieron entonces una especie de descarga eléctrica para lograr la fusión del nuevo núcleo y se los estimuló químicamente para que comenzaran a dividirse. Se obtuvieron 11 blastocistos (embriones tempranos, del tamaño de un grano de sal), cada uno de ellos con células madre genéticamente idénticas al paciente que había aportado el núcleo. Los científicos las cultivaron en el laboratorio. Así obtuvieron las ya famosas 11 nuevas líneas de stem cells “a medida”.
¿Por qué es un avance tan importante? Porque al ser genéticamente idénticas a los pacientes, estás células madre dan lugar a una promesa que parece extraída de un guión de ciencia ficción: si los científicos logran determinar cómo “arreglar” el defecto original, aquél que enferma a la persona, tal vez puedan generar tejidos de repuesto “exactos” para un determinado paciente. Pero para eso pueden faltar 10 años, aclararon una y mil veces tanto los investigadores surcoreanos como sus colegas alrededor del mundo. Para empezar, faltan los ensayos en animales y todavía no se sabe si estas stem cells son seguras una vez implantadas en las personas. Además, queda por responder una pregunta clave: ¿no hay riesgos de que al obtener las stem cells con la información genética de la persona enferma esas células vuelvan a enfermar con el tiempo? “Sí, cuando la enfermedad es determinada genéticamente. Sin embargo, hasta que vuelva a manifestarse se ganaría bastante tiempo y, además, estas nuevas células podrían manipularse antes del injerto”, explica Pablo Argibay, director del Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental del Hospital Italiano. Y agrega: “En general, las aplicaciones inmediatas podrían ser en enfermedades que no tengan carga genética o en las que ésta se manifieste tardíamente, como los accidentes con lesión medular, el infarto cerebral o el infarto cardíaco, que no tienen carga genética, o la enfermedad de Parkinson”.
Por su parte, José Cibelli, el argentino pionero en técnicas de clonación que en 2004 compartió el cartel con el equipo surcoreano (colaboró con el grupo liderado por Woo Suk Hwang, que se convirtió en el primero en clonar embriones humanos de los que se pudieron extraer las ansiadas stem cells), considera que detrás de esa pregunta se esconde la clave de todo. “Si uno puede replicar la enfermedad en el laboratorio, se pueden ensayar sin riesgo nuevas terapias o nuevas drogas para combatirla”.
Con todo, Cibelli explica que para él lo verdaderamente destacable fue la gran eficiencia técnica que consiguieron los coreanos. Basta aclarar que el año pasado habían utilizado 242 óvulos para lograr un único conjunto de células madre embrionarias. Esta vez, lograron 11 utilizando un promedio de 17 óvulos por cada una.

Madre no hay una sola
Así como el tema de la clonación ya se metió en las discusiones cotidianas, muchas veces opinamos sobre las células madre (o stem cells) sin saber exactamente de qué se trata. Conviene, entonces, aclarar que hay células madre de distinto tipo y función. Las embrionarias, como su nombre lo indica, son aquellas que se obtienen de embriones y poseen la capacidad de reproducirse indefinidamente. Y que, al no tener una tarea definida que cumplir, pueden convertirse en cualquier otra célula especializada del organismo (por ejemplo, en células sanguíneas, pancreáticas o nerviosas). Las stem cells adultas, en cambio, se obtienen de personas ya nacidas y también son células indiferenciadas, pero aparecen mezcladas entre otras células dentro de un mismo órgano.
La gran diferencia entre unas y otras es la cantidad y el tipo de células en las que se pueden convertir: mientras que las embrionarias son pluripotentes (pueden dar origen a cualquier célula), las adultas son multipotentes porque tienen menos flexibilidad y capacidad de replicarse.
Como se ve, las stem cells embrionarias son más prometedoras que las adultas a la hora de pensar en la regeneración de tejidos dañados y la cura de enfermedades. Pero nada es tan simple como parece. Para obtenerlas es necesario desbaratar embriones humanos y eso genera enormes dilemas éticos. Ni el hecho de que sean los sobrantes de las técnicas de fertilización asistida o que se los obtenga en el laboratorio por medio de la clonación, ni el que tengan apenas cinco días de antigüedad y el tamaño de la punta de una aguja, calma a quienes consideran que todo embrión ya es un ser humano.
alternativas
Desde 1988 se sabe que las células madre presentes en la sangre del cordón umbilical (llamadas “células progenitoras hematopoyéticas”) pueden ser usadas para tratar leucemias, linfomas o desórdenes genéticos de la sangre. Y que son una opción de lujo para aquellos que necesiten un trasplante de médula ósea para combatirlas porque, aunque no son tan flexibles como las embrionarias, poseen virtudes que no tienen las de la médula ósea de adultos. Por eso en varios países se crearon bancos de sangre públicos, al que las mamás les donan, en forma anónima y altruista, el contenido del cordón de sus bebés para que lo mantengan congelado hasta que algún paciente lo necesite.
En mayo pasado, se inauguró en el Hospital Garrahan de Buenos Aires el primero de este tipo de bancos en la Argentina. “El banco público tiene como objetivo la colecta de sangre del cordón umbilical para tener unidades que posean células progenitoras hematopoyéticas aptas para el trasplante de médula ósea”, explica Ana del Pozo, directora del banco del Garrahan.
En los bancos privados no hay donación, simplemente los padres pagan entre 750 y 1.000 dólares por el servicio de extracción de la sangre del cordón umbilical y unos 100 por mantenerla en el “freezer” por si alguna vez necesitan recurrir a ella. “Un banco público y un banco privado no tienen absolutamente nada que ver”, se enoja Del Pozo. “El banco privado tiene como objetivo colectar una unidad por si alguna vez esa persona puede llegar a necesitarla, lo cual es altamente improbable. Mientras tanto, esa unidad ‘duerme’. Si hubiera sido del público, en cambio, podría haber ayudado a salvar otra vida. Los bancos privados existen –dice la médica- porque no está comprendido el problema de la donación”.
¿Cómo se hace para donar la sangre del cordón? El banco del Garrahan va a firmar convenios con distintas maternidades, que le ofrecerán la opción a las futuras mamás (las interesadas también pueden consultar escribiendo a bscu@garrahan.gov.ar). ¿Quiénes serán los beneficiados con las donaciones? Igual que para cualquier otro trasplante, los pacientes que ingresen a la lista del Incucai y sea inmunológicamente compatibles con las muestras del banco.
Pero la sangre del cordón no es la única alternativa para evitar el desmantelamiento de un embrión. Igual que el equipo surcoreano, Yuri Verlinsky, del Instituto de Genética Reproductiva de Chicago, Estados Unidos, asegura haber obtenido stem cells a medida de los pacientes. La gran diferencia, asegura, es que para eso no recurrió a la clonación terapéutica, sino que utilizó una nueva técnica que, en lugar de óvulos donados, apela a las stem cells embrionarias ya existentes. A esas células, Verlinsky les retiró el núcleo y luego las fusionó con células adultas de pacientes, con la idea de que el citoplasma de la stem cell vaciada reprograme al núcleo del donante convirtiendo a esa nueva célula fusionada –que Verlinsky bautizó “stembrid”– en una stem cell embrionaria. Según anunció el investigador durante una conferencia en Londres, con ese método consiguió crear 10 líneas de células madre embrionarias genéticamente idénticas al donante adulto. ¡Y sin deshacerse de ningún embrión! Si se comprueba la efectividad del método –todavía no publicó su trabajo–, Verlinsky podría convertirse en el héroe de la película. Por las dudas, Verlinsky ya patentó su método.

Del laboratorio a los pacientes
Si bien se la sigue considerando experimental, ya hay quienes gozan de los beneficios de las terapias con stem cells, básicamente con las adultas. No sólo se usan para tratar daños en la córnea y le permitieron recuperar la visión a pacientes con degeneración macular relacionada con el edad (la principal causa de ceguera), sino que además demostraron ser útiles en el tratamiento de los llamados “niños de la burbuja”, que poseen una inmunodeficiencia tan severa que deben permanecer aislados para no contagiarse cualquier enfermedad. Y hay más: también se usan para mejorar la incontinencia urinaria de mujeres con la vejiga “floja”.
Con todo, el corazón es el que goza de los principales beneficios. “Es en cardiología donde más se ha avanzado en las aplicaciones clínicas de las células madre. Luego vienen los cartílagos”, señala el médico argentino Jorge Trainini, jefe del servicio de Cardiocirugía del Hospital “Presidente Perón” de Avellaneda, que acaba realizar una intervención con stem cells pionera en el mundo. El equipo de Argibay está trabajando además con stem cells de la médula ósea de adultos para diferenciarlas en neuronas y así tratar el infarto cerebral; y en células productoras de insulina para tratar a diabéticos tipo I. El mismísimo Ian Wilmut, el “padre” de Dolly, recibió luz verde para clonar y desmantelar embriones humanos con el fin de estudiar cómo se desarrolla la escleroris lateral amiotrófica (ALS), una enfermedad neurológica degenerativa. La idea es que, si se comprende el mecanismo que la provoca, algún día se la pueda evitar. Bienvenidos al futuro.

Publicación mensual de Editorial Perfil S.A
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jueves, enero 19, 2006

 

Ofrecen soluciones tecnológicas para personas con capacidades diferentes

Comunicación sin fronteras
Ofrecen soluciones tecnológicas para personas con capacidades diferentes
Tanto locales como importados, el mercado ofrece dispositivos que pueden mejorar la calidad de vida
Por ejemplo, hay un software que lee en voz alta para ciegos y personas con baja visión También, un sistema de comunicación que puede ser activado por la mordida

Silvia tuvo un accidente que cambió su vida por completo: quedó cuadripléjica y con trastornos en el habla. Ante el panorama desolador, el ingeniero Luis Campos descubrió que la acción de morder en forma voluntaria y controlada permanecía intacta. A partir de ese movimiento, desarrolló una boquilla plástica que alojaba dos electrodos metálicos que, al ser presionados con los dientes, provocaban un impulso eléctrico.
Con este hallazgo, Campos creó su primer teclado virtual con un sistema de selección: un programa de computadora da opciones de letras y el paciente selecciona apretando sus dientes. Esto no modificó la patología de Silvia, pero sí su actitud vital. La primera frase que comunicó fue: "No conozco palabras para decirte lo que siento; me abriste una esperanza".
Hace ya una década, el doctor Rubén Battipede se ponía en campaña para conseguir herramientas tecnológicas que ayudaran al padre de un amigo que había perdido la vista. Frente a una computadora, él y cuatro amigos observaron por primera vez cómo un programa de software leía en voz alta para ciegos. "Quedé conmovido -confesó Battipede-, así que me prometí hacer todo lo posible para alcanzar ayudas tecnológicas a no videntes."
Estas son sólo algunas de las historias que signaron la experiencia de quienes hoy desarrollan y comercializan medios especiales para comunicar. El Centro Argentino de Medios Alternativos de Comunicación (Camac), fundado por Campos en 1991, investiga tecnologías de bajo costo, diseña programas especiales y ya logró integrar a personas con parálisis cerebral, síndrome de Down, ceguera y otras discapacidades al sistema regular de educación.
Por otro lado, el doctor Battipede, al frente de la consultora Tiflo-Tecnológica Battipede y Asociados, importa herramientas para ciegos y personas de baja visión. Una de ellas es el scanner Simon, que lee información impresa con voz casi humana, cuya velocidad y timbre pueden regularse. Otra que abre grandes posibilidades es la agenda personal con teclado alfanumérico, donde se ingresan datos a través de voz o en forma manual. La mayor parte de los equipos provienen de Estados Unidos, Australia, Inglaterra y Alemania, entre otros países.
Desde la universidad
Otra iniciativa proviene del Centro de Investigaciones Sensoriales del Conicet, donde el ingeniero Jorge Gurlekian, director del Laboratorio de Audición y Habla, y el bioingeniero Humberto Torres desarrollaron un sistema de entrenamiento interactivo visual y auditivo para observar las características de la voz. Este programa de software analiza la entonación, los acentos y el ritmo del habla.
"Esta especie de fonetograma analiza la energía de la voz en tiempo real -explicó Gurlekian- y es útil para sordomudos y personas que hayan sufrido una lesión y tienen que volver a aprender a hablar."
En el ámbito académico son numerosas las iniciativas para mejorar la calidad de vida de las personas con capacidades diferentes. En la Facultad de Bioingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos, profesionales y estudiantes trabajan sobre un proyecto para la eliminación de ruido de los audífonos digitales.
Para acortar la brecha entre los que pueden ver y los que no, ingenieros en informática graduados en la Universidad de Morón desarrollaron como tesis el proyecto Integrar.te, que abarca tres productos para no videntes: un explorador de PC, el navegador de Internet Murciélago Argentino y el programa de chat Gavilán. "La idea es hacer accesible una herramienta muy costosa", aseguró Gabriela Battista, una de las alumnas que ideó la propuesta.
En la misma línea, la Universidad de La Matanza tiene en su biblioteca un sistema que permite a un no vidente acceder a cualquier libro mediante un software que transforma el texto escrito en sonido, capaz de ser grabado o impreso en braille.
Desde el taller, que funciona en el garaje de su casa, Luis Campos acaba de desarrollar un estimulador vibrotáctil digital, especie de dedal que permite "oír" mediante el dedo índice. En realidad, una persona sorda o hipoacúsica puede sentir las vibraciones que emiten los sonidos, captadas por un micrófono de solapa, amplificadas y transmitidas a un receptor y vibrador que se coloca en la yema del índice y puede estar conectado a una PC.
"La persona puede asociar cada vibración a una letra, palabra o sonido -afirma Campos, con entusiasmo-, alguien que no oye puede distinguir entre el sonido de una flauta, una guitarra o un piano."
Por Inés Guerin
De la Redacción de LA NACION

Para obtener más información
Aquellos que deseen obtener más información sobre dispositivos para personas con capacidades diferentes pueden buscarla en:
Camac: http://www.centrocamac.com.ar/
Consultora Tiflo-Tecnológica: http://www.tecno-ayudas.com.ar/
Centro de Investigaciones Sensoriales del Conicet: http://www.lis.secyt.gov.ar/ o mailto:lis@hospitaldeclinicas.uba.ar
Universidad de Morón: http://www.unimoron.edu.ar/
Universidad de La Matanza: http://www.unlm.edu.ar/

Facultad Bioingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos: http://www.bioingenieria.edu.ar/ o www.biociencias.org.ar

http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=691867
LA NACION 31.03.2005 Página 14 Ciencia/Salud


Fotos

Agendas, calculadoras y scanners para escribir en braille, importadas por el ingeniero Rubén Battipede
Foto: Fernanda Corbani









En la consultora Tiflo-Tecnológica Battipede y Asociados se importan herramientas para ciegos
Foto: Fernanda Corbani

miércoles, enero 18, 2006

 

Antenas de la muerte

Provocan tumores, cáncer y leucemia
Antenas de la muerte

Arnaldo Pérez Guerra
Punto Final
De la mano del desarrollo tecnológico aumenta la exposición a la “contaminación electromagnética”, acentuada por la creciente expansión de la telefonía móvil. Preocupan cada vez más los peligros asociados a la exposición a radiaciones provenientes de redes eléctricas -alta tensión y domiciliarias- y antenas de telefonía móvil, entre otras. Pueden provocar efectos en la salud -como alteraciones en el sistema nervioso central y ciertos tipos de cáncer-. En Chile existen normas técnicas y de seguridad para la instalación de antenas, pero no se asegura, como señala la Constitución, “un medioambiente libre de contaminación” ni hay regulación jurídica.

El fracaso de las políticas y normas ambientales que previenen la degradación de los ecosistemas y dan solución a problemas de salud pública, ha forzado a la comunidad a adoptar nuevos enfoques. Así ocurrió con el deterioro de la capa de ozono. Se comenzó a hablar del asunto mucho antes que se comprobara que el problema se debía a la liberación de ciertas sustancias químicas. “La amenaza era tan grave, que la comunidad internacional no podía quedarse quieta esperando el consenso de los científicos”, dice Valentina Durán, investigadora del Centro de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile.

El caso de las antenas de telefonía y de celulares es similar. Su tecnología ha llegado a millones de personas y es una de las empresas con mayor ritmo de expansión. Los usuarios aumentaron en 137 por ciento en los últimos cinco años: hay 1.747 millones de celulares en el mundo, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Las estadísticas se dieron a conocer en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI), realizada en Túnez. Pero los efectos podrían incluir tumores, cáncer y leucemia, entre otras enfermedades.

Muchos movimientos ciudadanos se han opuesto a la instalación de antenas y torres de alta tensión y presentan recursos judiciales que la mayoría de las veces no son acogidos. Cualquier norma a implementar debiera ser transparente, permitir la participación ciudadana como una herramienta jurídica, asegurar el acceso a la información y proteger la salud de la población y el medioambiente. Los vecinos exigen una mayor fiscalización, la prohibición de nuevas instalaciones y el respeto a la propiedad y a los planos reguladores. En el mundo hay una creciente tendencia a legislar sobre el tema: “Las normativas se centran en otorgar protección sanitaria a los ciudadanos frente a los efectos adversos conocidos para la salud. Los efectos menos probados han sido tomados en cuenta sólo por algunas normativas, expresamente sobre la base del principio de precaución. Es el caso de Suiza, Italia, Australia y Nueva Zelandia”, agrega Valentina Durán.

Andrei Tchernitchin, académico del Laboratorio de Endocrinología Experimental y Patología Ambiental del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, describe los efectos de la contaminación electromagnética. Explica que podría provocar esclerosis lateral amiotrófica, Alzheimer, dermatitis, enfermedades alérgicas, asma bronquial, aumento de riesgo de aborto, alteraciones neuroconductuales, cardíacas y endocrinas, entre otras. Al investigar las muertes causadas por arritmia e infarto agudo del miocardio se ha establecido que hay relación con la exposición acumulativa a este tipo de contaminación. Pero aún los científicos no se ponen de acuerdo. “Existe evidencia experimental de efectos biológicos asociados a la exposición a radiaciones electromagnéticas. Algunos de estos efectos, descritos en trabajos experimentales y en estudios epidemiológicos, han sido interpretados como evidencia de que exposiciones prolongadas a campos electromagnéticos de baja intensidad son potencialmente nocivas”, dice Tchernitchin. No obstante, numerosos científicos no admiten esta posibilidad. La controversia se explica, agrega, por la alta variabilidad en la población bajo estudio: “El desarrollo del cáncer por exposición a radiaciones electromagnéticas es un efecto diferido, es decir, se desarrolla después de un período de latencia que puede durar muchos años. En el caso de los teléfonos celulares y de las centrales de retransmisión, la información es insuficiente por su limitado tiempo de uso. Aún así, debiera aplicarse el principio precautorio. Se trata de un caso paradigmático, por cuanto existe desacuerdo en la comunidad científica acerca de los efectos en la salud de los distintos grados de exposición a la radiación. Además, hay temor y desconocimiento en la ciudadanía, que se manifiesta en el rechazo que provoca la instalación de antenas y torres”.

El principio de precaución fue reconocido en el protocolo sobre seguridad de la biotecnología, del Convenio sobre la Diversidad. Ha sido incorporado en las legislaciones de Suiza, Australia, Alemania, Canadá, Francia, Holanda, Nueva Zelandia, Suecia, Brasil, Colombia y Ecuador, entre otros.

Graves efectos para la salud

La contaminación electromagnética debiera regularse dada la instalación indiscriminada de antenas de celulares. Según expertos, la emisión de un celular supera tres millones de veces la radiación natural. El español Carlos Requejo, geobiólogo, dice que la radiación electromagnética acelera las ondas cerebrales al límite del estrés y puede tener otros efectos biológicos: “En ausencia de normativas, las compañías aprovechan el vacío legal. Las antenas repetidoras de la red móvil proliferan. Muchos informes científicos alertan sobre los riesgos de la radiación electromagnética, especialmente de microondas, emisiones de televisión, radares y telefonía móvil, pero también de la informática -chips- y de múltiples dispositivos electrónicos”. Según Requejo, la exposición continua a celulares o antenas repetidoras provocaría daños en la membrana celular, efectos sobre el sistema inmunitario con pérdida de defensas, y alteración del ADN.
Se ha relacionado el uso de celulares con el incremento de tumores, cáncer de piel y tumores cerebrales. También se lo vincula al Parkinson y al riesgo de acelerar la aparición de Alzheimer. Un estudio del doctor Hyland, de la universidad británica de Warwick, afirma que (…)

(Artículo completo en en "Punto Final" Nº 606, 9 de diciembre, 2005)

http://www.puntofinal.cl/605/606b2.htm

viernes, enero 13, 2006

 

Esclerosis Lateral Amiotrófica

Tabla de Contenido

¿Qué es la esclerosis lateral amiotrófica?
¿A quién le da ELA?
¿Cuáles son los síntomas?
¿Cómo se diagnostica la ELA?
¿Qué causa la ELA?
¿Cómo se trata la ELA?
¿Qué investigaciones se están realizando?
¿Dónde puedo encontrar más información?

¿Qué es la esclerosis lateral amiotrófica?
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), a veces llamada enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad neurológica progresiva, invariablemente fatal, que ataca a las células nerviosas (neuronas) encargadas de controlar los músculos voluntarios. Esta enfermedad pertenece a un grupo de dolencias llamado enfermedades de las neuronas motoras, que son caracterizadas por la degeneración gradual y muerte de las neuronas motoras.
Las neuronas motoras son las células nerviosas localizadas en el cerebro, el tallo del cerebro, y la médula espinal, que sirven como unidades de control y enlaces de comunicación vital entre el sistema nervioso y los músculos voluntarios del cuerpo. Los mensajes de las neuronas motoras cerebrales (llamadas neuronas motoras superiores) son transmitidos a las neuronas motoras en la médula espinal (llamadas neuronas motoras inferiores) y de allí a cada músculo en particular. En la ELA, tanto las neuronas motoras superiores como las inferiores se degeneran o mueren y dejan de enviar mensajes a los músculos. Imposibilitados de funcionar, los músculos gradualmente se debilitan y se gastan (atrofia) y se contraen (fasciculaciones). Eventualmente, se pierde la capacidad cerebral para entablar y controlar el movimiento voluntario.
La ELA ocasiona debilidad con un rango amplio de discapacidades (vea la sección titulada "¿Cuáles son los síntomas?"). Eventualmente quedan afectados todos los músculos bajo control voluntario y los pacientes pierden su fuerza y la capacidad de mover sus brazos, piernas y cuerpo. Cuando fallan los músculos del diafragma y de la pared torácica, los pacientes pierden la capacidad de respirar sin un ventilador o respirador artificial. La mayoría de las personas con ELA mueren de fallo respiratorio, generalmente entre 3 a 5 años a partir del comienzo de los síntomas. Sin embargo, alrededor del 10 por ciento de los pacientes con ELA sobreviven 10 años o más.
Ya que la ELA afecta solamente las neuronas motoras, la enfermedad no deteriora la mente, personalidad, inteligencia o memoria de la persona. Tampoco afecta los sentidos de la vista, olfato, gusto, oído o tacto. Los pacientes generalmente mantienen el control de los músculos de los ojos y de las funciones de la vejiga y los intestinos.

¿A quién le da ELA?
Unos 20.000 americanos tienen ELA y se estima que se diagnostican otras 5.000 personas anualmente con esta enfermedad en los Estados Unidos. La ELA es una de las enfermedades neuromusculares más comunes en el mundo entero y afecta a personas de todas las razas y etnias. La ELA generalmente aflige a personas entre los 40 y 60 años de edad, pero también la pueden desarrollar personas más jóvenes y más viejas. Los hombres son afectados más a menudo que las mujeres.
En un 90 a 95 por ciento de todos los casos de ELA, la enfermedad ocurre aparentemente aleatoriamente sin ningún factor de riesgo claramente asociado. Los pacientes no tienen una historia familiar de la enfermedad y no se considera que los miembros de su familia tengan un riesgo mayor de desarrollar ELA.
Entre el 5 y el 10 por ciento de todos los casos de ELA son heredados. La forma familiar de ELA generalmente resulta de un patrón hereditario que requiere que solamente uno de los padres lleve el gen responsable por la enfermedad. Un 20 por ciento de todos los casos familiares resulta de un defecto genético específico que lleva a la mutación de la enzima conocida como superóxido dismutasa 1 (SOD1). Las investigaciones sobre esta mutación están proporcionando indicios sobre las posibles causas de la muerte de las neuronas motoras en la ELA. No todos los casos familiares de ELA se deben a la mutación SOD1, por lo tanto es claro que existen otras causas genéticas no identificadas.

¿Cuáles son los síntomas?
El inicio de la ELA puede ser tan sutil que a menudo se pasan por alto los síntomas. Las primeras manifestaciones pueden incluir contracciones, calambres o rigidez de los músculos, debilidad muscular que afecta un brazo o una pierna, el habla deteriorada o nasal; o dificultad para masticar o tragar. Estas quejas generalizadas después se convierten en una debilidad más obvia o atrofia, que puede llevar a que el médico sospeche ELA.
Las partes del cuerpo afectadas por los primeros síntomas de ELA dependen de qué músculos del cuerpo se dañan primero. En algunos casos, los síntomas iniciales afectan una de las piernas y los pacientes experimentan dificultad al caminar o correr o se dan cuenta de que tropiezan o tambalean más a menudo. Al principio algunos pacientes ven los efectos de la enfermedad en una mano o brazo cuando se les dificulta hacer tareas sencillas que requieren dexteridad manual como abotonarse una camisa, escribir o girar la llave en una cerradura. Otros pacientes notan problemas al hablar.
No obstante qué parte del cuerpo sea afectada primero, al progresar la enfermedad, la debilidad muscular y la atrofia se extienden a otras partes del cuerpo. Los pacientes tienen cada vez más problemas para moverse, tragar (disfagia) y para hablar o formar palabras (disartria). Los síntomas de que las neuronas motoras superiores están involucradas incluyen músculos tiesos o rígidos (espasticidad), reflejos exagerados (hiperreflexia) incluyendo un reflejo superactivo de arqueada. Un reflejo anormal comúnmente llamado señal o reflejo de Babinski (el dedo gordo del pie se extiende hacia arriba cuando se estimula de cierta manera la planta del pie) también indica daño de las neuronas motoras superiores. Los síntomas de degeneración de las neuronas motoras inferiores incluyen debilidad y atrofia muscular, calambres musculares, y contracciones fugaces de los músculos que pueden ser vistas bajo la piel (fasciculaciones).
Para que los pacientes sean diagnosticados con ELA, deben tener señales y síntomas de daño de las neuronas motoras superiores e inferiores que no puedan ser atribuidos a otras causas. Aunque la secuencia de los síntomas emergentes y la tasa de progresión de la enfermedad varían de persona a persona, eventualmente los pacientes no podrán pararse o caminar, acostarse o levantarse de la cama solos, o usar sus manos y brazos. La dificultad para tragar y masticar lesiona la habilidad del paciente para comer normalmente y aumenta el riesgo de que se atore. Mantener el peso se convertirá en un problema. Debido a que la enfermedad generalmente no afecta su capacidad cognoscitiva, los pacientes se dan cuenta de su pérdida progresiva de funciones, y se pueden angustiar o deprimirse. Los profesionales de la salud deben explicar el curso de la enfermedad y describir los tratamientos disponibles de manera que los pacientes puedan tomar decisiones informadas con anticipación.
En las etapas posteriores de la enfermedad, los pacientes tienen dificultad para respirar porque los músculos del sistema respiratorio se debilitan. Eventualmente los pacientes pierden su capacidad de respirar solos y dependerán de un respirador artificial para sobrevivir. Los pacientes también pueden enfrentar un riesgo mayor de neumonía durante las etapas posteriores de la ELA.

¿Cómo se diagnostica la ELA?
No hay ninguna prueba que pueda dar un diagnóstico definitivo de ELA, aunque la presencia de señales de deterioración de las neuronas motoras superiores e inferiores en una sola extremidad constituye una fuerte indicación. Más bien, el diagnóstico de ELA está basado primordialmente en los síntomas y señales que el médico observa en el paciente y en una serie de pruebas que descartan otras enfermedades. Los médicos obtienen el historial médico completo y generalmente realizan un examen neurológico a intervalos regulares para evaluar si los síntomas como la debilidad muscular, atrofia muscular, hiperreflexia, y espasticidad se están empeorando progresivamente.
Ya que los síntomas de la ELA pueden ser similares a aquellos de una gran variedad de otras enfermedades o trastornos más fáciles de tratar, hay que realizar los exámenes apropiados para descartar la posibilidad de otras enfermedades. Una de estas pruebas es la electromiografía (EMG), una técnica especial de registro que detecta la actividad eléctrica en los músculos. Algunos de los hallazgos de la EMG pueden apoyar el diagnóstico de ELA. Otra prueba común mide la velocidad de conducción de los nervios (NCV, por sus siglas en inglés). Anormalidades específicas en los resultados de la NCV pueden sugerir, por ejemplo, que el paciente tiene un tipo de neuropatía periférica (daño a los nervios periféricos) o miopatía (enfermedad muscular) en vez de ELA. El médico puede ordenar una resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés), un procedimiento no invasivo que utiliza un campo magnético y ondas de radio para hacer imágenes detalladas del cerebro y de la médula espinal. Aunque a menudo los exámenes de resonancia magnética son normales en pacientes con ELA, es posible que revelen problemas que puedan estar causando los síntomas, como un tumor en la médula espinal, un disco herniado en el cuello, una siringomielia, o espondilosis cervical.
De acuerdo con los síntomas del paciente y los resultados del examen médico y de estas pruebas, el médico puede ordenar exámenes de sangre y orina para eliminar la posibilidad de otras enfermedades así como exámenes de laboratorio de rutina. En algunos casos, por ejemplo, si el médico sospecha que el paciente tiene una miopatía en vez de ELA, es posible que realice una biopsia muscular.
En algunos casos, las enfermedades infecciosas como el virus de inmunodeficiencia humano (VIH), el virus de la leucemia de células T humana (HTLV, por sus siglas en inglés), y la enfermedad de Lyme pueden causar síntomas similares a la ELA. Trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple, el síndrome post-polio, la neuropatía motora multifocal, y la atrofia muscular espinal también pueden imitar ciertas facetas de la enfermedad y deben ser consideradas por los médicos que intentan hacer un diagnóstico.
Debido al pronóstico que lleva este diagnóstico y la variedad de enfermedades o trastornos que pueden parecerse a la ELA en sus etapas tempranas, es posible que los pacientes deseen una segunda opinión neurológica.

¿Qué causa la ELA?
No se conoce la causa de la ELA y los científicos aún no saben por qué ataca a algunas personas y a otras no. Un importante adelanto para responder a esta pregunta vino en 1993 cuando los científicos apoyados por el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés) descubrieron que las mutaciones del gen que produce la enzima del SOD1 estaban asociadas con algunos casos de la ELA familiar. Esta enzima es un antioxidante poderoso que protege al cuerpo del daño causado por los radicales libres. Los radicales libres son moléculas altamente inestables producidas por las células durante el metabolismo normal. Si no se neutralizan, los radicales libres pueden acumularse y causar daños aleatorios al ADN y a las proteínas en las células. Aunque no está claro como la mutación del gen SOD1 lleva a la degeneración de las neuronas motoras, los investigadores tienen la teoría de que una acumulación de radicales libres puede resultar de un mal funcionamiento de este gen. En apoyo de esta teoría, los estudios en animales muestran que la degeneración de las neuronas motoras y los déficit en el funcionamiento motor acompañan la presencia de una mutación del SOD1.
Los estudios también se han concentrado en el papel del glutamato en la degeneración de las neuronas motoras. El glutamato es uno de los mensajeros químicos o neurotransmisores en el cerebro. Los científicos han descubierto que, comparándose con personas saludables, los pacientes con ELA tienen niveles más altos del glutamato en el suero y en el líquido cefalorraquídeo (alrededor de la médula espinal). Los estudios de laboratorio han demostrado que las neuronas comienzan a morirse cuando están expuestas por largos períodos a cantidades excesivas de glutamato. Ahora, los científicos están tratando de comprender qué mecanismos llevan a una acumulación innecesaria del glutamato en el líquido cefalorraquídeo y cómo este desequilibrio puede contribuir al desarrollo de la ELA
Se ha sugerido que las repuestas autoinmune-que ocurren cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca las células normales-pueden ser una causa de la degeneración de las neuronas motoras en la ELA. Algunos científicos tienen la teoría que los anticuerpos pueden dañar directa o indirectamente la función de las neuronas motoras, interfiriendo con la transmisión de las señales entre el cerebro y los músculos.
En la búsqueda de la causa de la ELA, los investigadores también han estudiado los factores ambientales como la exposición a agentes tóxicos o infecciosos. Otro estudio ha examinado el posible papel de la deficiencia dietética o del trauma. Sin embargo, hasta ahora no hay suficiente evidencia para implicar a estos factores como causas de la ELA.
Las investigaciones futuras pueden demostrar que muchos factores, incluyendo una predisposición genética, pueden estar involucrados en el desarrollo de la ELA.

¿Cómo se trata la ELA?
Hasta ahora no se ha encontrado ninguna cura para la ELA. Sin embargo, la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) ha aprobado el primer tratamiento de medicamentos para la enfermedad-riluzole (Rilutek). Se cree que el riluzole reduce el daño a las neuronas motoras al disminuir la liberación del glutamato. Los ensayos clínicos con pacientes con ELA muestran que el riluzole alarga la supervivencia por varios meses, especialmente en aquellos con dificultad para tragar. El medicamento también prolonga el tiempo antes que el paciente necesite usar un respirador artificial. El riluzole no revierte el daño ya hecho a las neuronas motoras y se debe vigilar a los pacientes que toman este medicamento para ver que no haya daño al hígado u otros efectos secundarios posibles. Sin embargo, esta primera terapia específicamente para la enfermedad ofrece esperanza que algún día se pueda disminuir el avance de la ELA con nuevos fármacos o combinaciones de medicamentos.
Otros tratamientos para la ELA están destinados a aliviar los síntomas y a mejorar la calidad de la vida de los pacientes. Es mejor que este cuidado de apoyo sea otorgado por equipos de profesionales de la salud de diversas disciplinas como médicos, farmacéuticos, terapeutas físicos, ocupacionales y del habla, nutricionistas, trabajadores sociales, y enfermeras que otorgan cuidados en la casa y en los hospicios. Al trabajar con los pacientes y las personas que los cuidan, estos equipos pueden diseñar un plan individualizado de terapia médica y física y proporcionar equipos especiales para mantener a los pacientes lo más móviles y cómodos posibles.
Los médicos pueden recetar medicamentos para ayudar a reducir la fatiga, disminuir los calambres musculares, controlar la espasticidad, y reducir el exceso de saliva y flema. También hay medicamentos disponibles para ayudar a los pacientes con el dolor, la depresión, problemas para dormir, y la constipación. Los farmacéuticos pueden aconsejar sobre el uso de medicamentos y vigilar las prescripciones del paciente para evitar el riesgo de interacciones peligrosas entre los medicamentos.
La terapia física y los equipos especiales pueden mejorar la independencia y seguridad de los pacientes en el transcurso de la ELA. El ejercicio aeróbico moderado de bajo impacto, como caminar, nadar, o andar en una bicicleta estacionaria, puede fortalecer los músculos no afectados, mejorar la salud cardiovascular, y ayudar a los pacientes a combatir la fatiga y la depresión. Los ejercicios para mejorar el alcance del movimiento y la flexibilidad (estiramientos) pueden prevenir la espasticidad y el acortamiento (contractura) de los músculos, que son muy dolorosos. Los terapeutas físicos pueden recomendar ejercicios que proporcionen estos beneficios sin esforzar demasiado a los músculos. Los terapeutas ocupacionales pueden sugerir aparatos como rampas, aparatos ortopédicos, andadores, y sillas de ruedas que pueden ayudar a los pacientes a conservar su energía y mantenerse móviles.
Los pacientes con ELA que tienen dificultad para hablar se pueden beneficiar trabajando con un terapeuta del habla. Estos profesionales de la salud pueden enseñar a los pacientes estrategias de adaptación, como técnicas para ayudarles a hablar más alto y con más claridad. Al progresar la enfermedad, los terapeutas del habla pueden ayudar a los pacientes a desarrollar modos de contestar preguntas de manera afirmativa o negativa con sus ojos, o por otro medio no verbal, y pueden recomendar equipos como los sintetizadores del habla y sistemas de comunicación utilizando computadoras. Estos métodos y aparatos pueden ayudar a que los pacientes se comuniquen cuando ya no pueden hablar ni producir sonidos vocales.
Los pacientes y sus cuidadores pueden aprender de los terapeutas del habla y de los nutricionistas cómo planificar y preparar varias comidas pequeñas a lo largo del día que proporcionen suficientes calorías, fibra y líquidos, y cómo evitar comidas que sean difíciles de tragar. Los pacientes pueden comenzar a usar aparatos de succión para remover el exceso de líquido o de saliva y evitar que se ahoguen. Cuando los pacientes ya no pueden obtener suficiente alimento comiendo, los médicos pueden aconsejar que se introduzca un tubo de alimentación en el estómago. El uso de un tubo de alimentación también disminuye el riesgo de atoramiento y de neumonía que puede resultar al aspirar los líquidos dentro de los pulmones. El tubo no es doloroso y no impide que los pacientes se alimenten oralmente si lo desean.
Cuando los músculos que ayudan en la respiración se debilitan, se puede usar asistencia nocturna de ventilación (ventilación con presión positiva intermitente [IPPV, por sus siglas en inglés] o presión positiva de doble nivel en las vías respiratorias [BIPAP, por sus siglas en inglés]) para ayudar a la respiración cuando el paciente está dormido. Estos aparatos inflan artificialmente los pulmones del paciente mediante varias fuentes externas que se aplican directamente sobre la cara o el cuerpo. Cuando los músculos ya no pueden mantener los niveles de oxígeno y de dióxido de carbono, se pueden utilizar estos aparatos todo el tiempo.
Eventualmente, los pacientes pueden considerar formas de ventilación mecánica (respiradores) en las que una máquina infla y desinfla los pulmones. Para que sean efectivos, puede ser necesario el uso de un tubo que pasa de la nariz o la boca hacia la tráquea y, en caso de necesitarlo por largo tiempo, una operación como una traqueotomía en la que se introduce un tubo plástico para respirar directamente en la tráquea del paciente a través de una apertura en el cuello. Los pacientes y sus familias deben considerar varios factores al decidir si van a usar una de estas opciones y cuando. Los aparatos de ventilación difieren en su efecto sobre la calidad de vida del paciente y en su costo. Aunque el uso de un respirador puede aliviar los problemas respiratorios y prolongar la supervivencia, su uso no afecta la progresión de la ELA. Los pacientes necesitan estar totalmente informados sobre estas consideraciones y los efectos a largo plazo de una vida de inmovilidad antes de tomar una decisión sobre el uso de un respirador.
Los trabajadores sociales y las enfermeras de cuidado en casa o en los hospicios pueden ayudar a los pacientes, a sus familias y a quienes les cuidan con los desafíos médicos, emocionales y financieros que confrontan en el cuidado de la ELA, especialmente en las etapas finales de la enfermedad. Los trabajadores sociales pueden asistir en obtener ayuda financiera, en hacer arreglos para redactar un poder o mandato para el período de incapacidad ("durable power of attorney"), en la preparación de un documento de voluntades anticipadas ("living will"), o en encontrar grupos de apoyo para los pacientes y sus cuidadores. Las enfermeras de cuidado en casa no están sólo para dar cuidados médicos sino también para enseñar a las personas encargadas de cuidar a los pacientes, tareas como el mantenimiento de los respiradores, cómo se realiza la alimentación por tubo y cómo se mueve a los pacientes para evitar problemas dolorosos de la piel y contracturas. Las enfermeras de hospicio en casa trabajan en consulta con los médicos para asegurar una medicación adecuada, control del dolor y otros cuidados que afectan la calidad de vida de los pacientes que deseen permanecer en sus casas. El equipo del hospicio que viene a la casa también puede aconsejar a los pacientes y a sus cuidadores sobre asuntos relacionados con el fin de la vida.

¿Qué investigaciones se están realizando?
NINDS, parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), es la agencia principal del gobierno federal que apoya las investigaciones biomédicas de la ELA. Los objetivos de estas investigaciones son encontrar la causa o causas de ELA, comprender los mecanismos involucrados en el progreso de la enfermedad, y desarrollar un tratamiento efectivo.
Los científicos están tratando de comprender los mecanismos que desatan que ciertas neuronas motoras degeneren en la ELA y de encontrar enfoques eficaces para detener el proceso que lleva a la muerte celular. Este trabajo incluye estudios en animales para identificar los medios por los que las mutaciones del SOD1 llevan a la destrucción de las neuronas. También se está estudiando de cerca la acumulación excesiva de radicales libres, que ha sido implicada en varias enfermedades neurodegenerativas incluyendo la ELA. Además, los investigadores están examinando cómo la pérdida de factores neurotróficos puede estar involucrada en la ELA. Los factores neurotróficos son químicos que se encuentran en el cerebro y la médula espinal que desempeñan un papel vital en el desarrollo, la especificación, el mantenimiento y la protección de las neuronas. El estudio de cómo estos factores se pueden perder y cómo esta pérdida puede contribuir a la degeneración de las neuronas motoras puede llevar a un mejor entendimiento de la ELA y al desarrollo de estrategias neuroprotectoras. Al examinar este y otros factores posibles, los investigadores esperan encontrar la causa o causas de la degeneración de las neuronas motoras en la ELA y a desarrollar terapias que detengan el progreso de esta enfermedad.
Los investigadores también están realizando investigaciones para aumentar su entendimiento del rol en la ELA de la muerte celular programada o apoptosis. En los procesos fisiológicos normales, el apoptosis actúa como un medio para eliminar aquellas células corporales que ya no son necesarias, haciendo que cometan un "suicidio celular". Se cree que los factores tróficos controlan el balance crítico entre la muerte celular necesaria y el mantenimiento de las células esenciales. El apoptosis también es un factor reconocido en otras enfermedades neurodegenerativas además de la ELA, como la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer, y se cree que es una de las causas principales del daño cerebral secundario que se ve después de una apoplejía o trauma. Descubrir lo que desencadena el apoptosis puede eventualmente llevar a intervenciones terapéuticas para la ELA y otras enfermedades neurológicas.
Los científicos aún no han identificado un marcador biológico confiable para la ELA, es decir, una anormalidad bioquímica compartida por todos los pacientes con la enfermedad. Una vez que se haya descubierto tal biomarcador y se hayan desarrollado las pruebas para detectar el marcador en los pacientes permitiendo una detección y diagnóstico temprano de la ELA, los médicos tendrán una herramienta valiosa que les ayudará a seguir los efectos de las terapias nuevas y vigilar el progreso de la enfermedad.
Los investigadores apoyados por el NINDS están estudiando familias con ELA que no tienen la mutación SOD1 para localizar genes adicionales que causan la enfermedad. La identificación de genes adicionales de la ELA permitirá realizar pruebas genéticas que sirvan para la confirmación de un diagnóstico de ELA y para una detección prenatal de la enfermedad. Este trabajo con la ELA familiar también puede llevar a un entendimiento mayor de la ELA esporádica. Debido a que la ELA familiar es casi clínicamente indistinguible de la esporádica, algunos investigadores creen que los genes de la ELA familiar también pueden estar involucrados en las manifestaciones de la forma más común de la ELA esporádica. Los científicos igualmente esperan identificar los factores de riesgo genético que predisponen a las personas a la ELA esporádica.
Se están investigando las terapias potenciales para la ELA en modelos animales. Parte de este trabajo involucra tratamientos experimentales con el SOD1 normal y otros antioxidantes. Además se están estudiando los factores neurotróficos para determinar su potencial para proteger a las neuronas motoras de degeneración patológica. Los investigadores están optimistas que estas y otras investigaciones básicas eventualmente llevarán a tratamientos para la ELA.

¿Dónde puedo encontrar más información?
Para obtener información adicional sobre los programas investigación del NINDS, contacte a la Unidad de Recursos Neurológicos y Red de Información del Instituto (BRAIN por su sigla en inglés) en:
BRAIN
P.O. Box 5801
Bethesda, MD 20824
(800) 352-9424
http://www.ninds.nih.gov

La información también está disponible de las organizaciones siguientes:
ALS Association (ALSA)
27001 Agoura Road
Suite 150
Calabasas Hills, CA 91301-5104
http://www.alsa.org
Tel: 818-880-9007 800-782-4747
Fax: 818-880-9006

Les Turner ALS Foundation
8142 North Lawndale Avenue
Skokie, IL 60076-3322
info@lesturnerals.org
http://www.lesturnerals.org
Tel: 888-ALS-1107 847-679-3311
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Muscular Dystrophy Association
3300 East Sunrise Drive
Tucson, AZ 85718-3208
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Tel: 520-529-2000 800-572-1717
Fax: 520-529-5300

Project ALS
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http://www.projectals.org
Tel: 212-969-0329 800-603-0270
Fax: 212-337-9915

"Esclerosis Lateral Amiotrófica", NINDS. Junio 2002
Publicación de NIH 03-916
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Preparado por: Office of Communications and Public LiaisonNational Institute of Neurological Disorders and StrokeNational Institutes of HealthBethesda, MD 20892
El material del NINDS sobre la salud se ofrece solamente para propósitos informativos y no significa un endoso ni la posición oficial del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares o de ninguna otra agencia federal. Cualquier recomendación sobre el tratamiento o cuidado de un paciente en particular debe obtenerse a través de una consulta con un médico que lo haya examinado o que esté familiarizado con el historial médico de dicho paciente.
Toda la información preparada por el NINDS es de dominio público y se puede reproducir libremente. Se agradece que se le dé el crédito correspondiente al NINDS o a los NIH. Revisado December 02, 2005

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