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viernes, julio 20, 2007
Nos quedamos solos
OPINION: POR MARCELO BIRMAJER
Nos quedamos solos
Marcelo Birmajer. Escritor.
Los argentinos nos hemos quedado muy solos. Pasara lo que pasara en este país, uno sabía que amanecía con Fontanarrosa. En el medio de las peores crisis, de todos modos se podía leer un chiste de Fontanarrosa. O leer uno de sus cuentos. O releer algunos de sus clásicos. Por muy deprimente que fuera un domingo, se lo podía sobrevivir con Inodoro Pereyra. Los habitantes de este país fuimos bendecidos durante cuarenta años por un recurso natural inagotable: el talento de Fontanarrosa. Hacía todo bien: desde sus hilarantes novelas hasta la ternura de sus loros, desde ese perro increíble (el único perro que yo he querido en mi vida, Mendieta), hasta el cinismo genial de Boogie. ¿Qué vamos a hacer ahora? ¿A dónde tenemos que ir a vivir para que nos siga acompañando todos los días?
Podía transformar cualquier cosa en humor, y poseía la alquimia para convertir las malas palabras en un recurso literario. Su discurso de clausura del Congreso de la Lengua fue una extraña perla, mezcla de stand comedy y clase magistral. Stand comedy es el primer término que se me viene a la cabeza para aquel encantador y perdurable monólogo, pero no es del todo acertado. Porque no se parecía a ningún cómico americano ni a ningún cómico en particular. Estaba al altura de cualquier talento mundial, pero su humor era netamente argentino. Los artistas nativos lo querían para todo: para actuar sus cuentos, para cantar sus historietas, para llevar sus novelas al cine, o simplemente para pedirle un consejo. Sé de buena fuente que no retaceaba nada. No sólo era un ejemplo de artista, sino de persona. No hay otro que haya combinado semejante talento con semejante humildad. Y a esta virtud tan infrecuente debemos agregarle la generosidad.
Lo vi varias veces y nunca pude evitar expresarle mi admiración. Supongo que fui uno más de los plomos con los que tanto nos hacía reír en sus cuentos. Su obra ya es parte de nuestra historia y de nuestro futuro.
Que Dios guarde para siempre su alma, una de las más hermosas que ha dado este país.
Fuente:
http://www.clarin.com/
Nos quedamos solos
Marcelo Birmajer. Escritor.
Los argentinos nos hemos quedado muy solos. Pasara lo que pasara en este país, uno sabía que amanecía con Fontanarrosa. En el medio de las peores crisis, de todos modos se podía leer un chiste de Fontanarrosa. O leer uno de sus cuentos. O releer algunos de sus clásicos. Por muy deprimente que fuera un domingo, se lo podía sobrevivir con Inodoro Pereyra. Los habitantes de este país fuimos bendecidos durante cuarenta años por un recurso natural inagotable: el talento de Fontanarrosa. Hacía todo bien: desde sus hilarantes novelas hasta la ternura de sus loros, desde ese perro increíble (el único perro que yo he querido en mi vida, Mendieta), hasta el cinismo genial de Boogie. ¿Qué vamos a hacer ahora? ¿A dónde tenemos que ir a vivir para que nos siga acompañando todos los días?
Podía transformar cualquier cosa en humor, y poseía la alquimia para convertir las malas palabras en un recurso literario. Su discurso de clausura del Congreso de la Lengua fue una extraña perla, mezcla de stand comedy y clase magistral. Stand comedy es el primer término que se me viene a la cabeza para aquel encantador y perdurable monólogo, pero no es del todo acertado. Porque no se parecía a ningún cómico americano ni a ningún cómico en particular. Estaba al altura de cualquier talento mundial, pero su humor era netamente argentino. Los artistas nativos lo querían para todo: para actuar sus cuentos, para cantar sus historietas, para llevar sus novelas al cine, o simplemente para pedirle un consejo. Sé de buena fuente que no retaceaba nada. No sólo era un ejemplo de artista, sino de persona. No hay otro que haya combinado semejante talento con semejante humildad. Y a esta virtud tan infrecuente debemos agregarle la generosidad.
Lo vi varias veces y nunca pude evitar expresarle mi admiración. Supongo que fui uno más de los plomos con los que tanto nos hacía reír en sus cuentos. Su obra ya es parte de nuestra historia y de nuestro futuro.
Que Dios guarde para siempre su alma, una de las más hermosas que ha dado este país.
Fuente:
http://www.clarin.com/