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sábado, diciembre 20, 2008
ENSAYO CLÌNICO IGF-1 (IPLEX)
Padua, 11 noviembre 2008
No hay evidencias de que la administración subcutánea del factor de crecimiento de insulina tipo IGF-1 (insulin-like growth factor-1) tenga efectos beneficiosos en pacientes con ELA.
Esta es la conclusión sacada del ensayo clínico dirigido en los dos últimos años en EE.UU. por el equipo del profesor Sorenson (Mayo Clinic de Rochester - Minnesota) y presentado en el Congreso Mundial sobre ELA acontecido en el Reino Unido hace pocos días.El objetivo principal de los investigadores era determinar si la administración subcutánea del IGF-1 llevaba al enlentecimiento del avance de la enfermedad. El otro objetivo era determinar si la administración subcutánea del IGF-1 prolongaba la supervivencia o enlentecía el deterioro funcional de los pacientes, deterioro medido a través del criterio propuesto por la escala ALSFRS-r (escala de valoración funcional para medir el avance de la ELA).Durante dos años, 330 pacientes procedentes de 20 centros médicos fueron seleccionados arbitrariamente, unos para recibir 0,05 mg/kilo de peso corporal de IGF-1 administrado por vía subcutánea dos veces al día y los otros para recibir placebo.Al finalizar el estudio no se evidenciaron diferencias significativas entre las mediciones de los dos grupos de pacientes tratados. Los valores de la variación del puntaje en el test manual de funcionalidad muscular MMT cambió de 0,44 unidades por mes en los pacientes tratados con IGF-1 a 0,39 en los pacientes tratados con placebo. La supervivencia fue más o menos de dos años para ambos grupos de pacientes. En cuanto a la medición de los niveles de funcionalidad en base a los criterios de la escala ALSFRS-r, para el grupo tratado con IGF-1 se registró una variación de 2,5 unidades al mes, mientras que para el grupo tratado con placebo fue de 2,2.En fin, recordemos que los ensayos clínicos anteriores de IGF-1 -en humanos- fueron inconsistentes. Un estudio con muchos pacientes dirigido en Norteamérica había sugerido un efecto beneficioso medido según el criterio de Vicki Appel, mientras que otro estudio con muchos pacientes dirigido en Europa no mostró beneficios.
El resumen del ensayo dirigido por el profesor Sorenson fue publicado en la revista científica 'Amyotrophic Lateral Sclerosis', 2008 (Suppl. 1); volumen 9; octubre 2008; pp.45-46.
No hay evidencias de que la administración subcutánea del factor de crecimiento de insulina tipo IGF-1 (insulin-like growth factor-1) tenga efectos beneficiosos en pacientes con ELA.
Esta es la conclusión sacada del ensayo clínico dirigido en los dos últimos años en EE.UU. por el equipo del profesor Sorenson (Mayo Clinic de Rochester - Minnesota) y presentado en el Congreso Mundial sobre ELA acontecido en el Reino Unido hace pocos días.El objetivo principal de los investigadores era determinar si la administración subcutánea del IGF-1 llevaba al enlentecimiento del avance de la enfermedad. El otro objetivo era determinar si la administración subcutánea del IGF-1 prolongaba la supervivencia o enlentecía el deterioro funcional de los pacientes, deterioro medido a través del criterio propuesto por la escala ALSFRS-r (escala de valoración funcional para medir el avance de la ELA).Durante dos años, 330 pacientes procedentes de 20 centros médicos fueron seleccionados arbitrariamente, unos para recibir 0,05 mg/kilo de peso corporal de IGF-1 administrado por vía subcutánea dos veces al día y los otros para recibir placebo.Al finalizar el estudio no se evidenciaron diferencias significativas entre las mediciones de los dos grupos de pacientes tratados. Los valores de la variación del puntaje en el test manual de funcionalidad muscular MMT cambió de 0,44 unidades por mes en los pacientes tratados con IGF-1 a 0,39 en los pacientes tratados con placebo. La supervivencia fue más o menos de dos años para ambos grupos de pacientes. En cuanto a la medición de los niveles de funcionalidad en base a los criterios de la escala ALSFRS-r, para el grupo tratado con IGF-1 se registró una variación de 2,5 unidades al mes, mientras que para el grupo tratado con placebo fue de 2,2.En fin, recordemos que los ensayos clínicos anteriores de IGF-1 -en humanos- fueron inconsistentes. Un estudio con muchos pacientes dirigido en Norteamérica había sugerido un efecto beneficioso medido según el criterio de Vicki Appel, mientras que otro estudio con muchos pacientes dirigido en Europa no mostró beneficios.
El resumen del ensayo dirigido por el profesor Sorenson fue publicado en la revista científica 'Amyotrophic Lateral Sclerosis', 2008 (Suppl. 1); volumen 9; octubre 2008; pp.45-46.