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martes, junio 20, 2006
Un gorro electrónico permite escribir palabras en una PC con sólo pensarlas
Diario Clarín - Sociedad - Sábado 17 de Junio de 2006
CREACION DE INVESTIGADORES DE LOS ESTADOS UNIDOS
Un gorro electrónico permite escribir palabras en una PC con sólo pensarlas
Capta las señales eléctricas emitidas por el cerebro y las "descifra" para
la computadora. Por ahora es un sistema experimental. Pero en el futuro
podría servir para millones de personas discapacitadas.
Sibila Camps
scamps@clarin.com
En el Laboratorio de Ciencias Cognitivas del Centro Wadsworth de Albany,
Nueva York, un grupo internacional diseñó un gorro con dos docenas de
electrodos que pueden leer el pensamiento y escribirlo en una computadora.
El desarrollo fue presentado en el II Salón de la Investigación y la
Innovación, en París, con el patrocinio de la Fundación Altran, que impulsa
los avances tecnológicos al servicio del bien público.
El Centro Wadsworth, dependiente del Estado de Nueva York, está
especializado en la investigación sobre salud. En 2005, Jonathan Wolpaw,
director del equipo Brain-Computer Interface (BCI, su sigla en inglés, que
significa "interfaz cerebro-computadora"), ganó el premio anual de la
Fundación Altran con un software gracias al cual se puede operar una
computadora mediante las ondas emitidas por el cerebro.
Las filiales estadounidenses del Grupo Altran -líder europeo en consultorías
tecnológicas- elaboraron varias propuestas para desarrollar el prototipo.
Básicamente, este sistema BCI presenta dos formas de empleo: el modo cursor,
que permite al usuario desplazar el cursor sobre el monitor de la PC; y el
modo dictado, por el cual es posible escribir un texto con sólo ir
concentrándose en las letras de cada palabra.
El jueves, en París, el científico austríaco Peter Brunner se calzó el gorro
y fijó la mirada en la pantalla de una computadora portátil. Sin mover un
músculo, letra por letra escribió "Hello".
Gracias a los electrodos, el sistema capta las señales eléctricas emitidas
por el cerebro y las digitaliza, para que la computadora pueda traducirlas.
El software se basa en un algoritmo que analiza las ondas emitidas por el
cerebro, como un electroencefalograma, y marca los picos de intensidad
correspondientes a esfuerzos mentales determinados.
Si el usuario quiere escribir, por ejemplo, la "a", concentra su atención en
un rectángulo de la pantalla con letras y símbolos, que incluye la "a". Una
por una y de manera aleatoria, las columnas y las líneas de esta matriz se
iluminan, y el cerebro envía una señal más intensa cuando una de ellas
contiene la letra "a".
De este modo, en 15 segundos, el sistema determina con exactitud qué letra
está escrutando y desea emplear el usuario. El sistema es doblemente
adaptativo, pues tanto el software como el usuario se vuelven más eficientes
con el uso. "Puede parecer poco práctico, pero para una persona que no puede
moverse ni hablar marca una diferencia enorme", destacó el doctor Eric
Sellers, del Centro Wadsworth.
Sellers señaló que la tecnología BCI podrá mejorar la calidad de vida de
unos 100 millones de personas en el mundo, de los cuales 16 millones tienen
parálisis cerebral, y al menos otros 5 millones más sufrieron la ruptura de
la médula espinal. Además, 10 millones de personas padecen una parálisis
total después de un ataque cerebrovascular.
Las aplicaciones van más allá de la escritura, ya que podrá ser usada para
manejar sillas de ruedas. "Ya somos capaces de hacerlo. Pero el problema es
complejo y, por el momento, no sería muy seguro", advirtió Sellers.
Una de las líneas de investigación apuntaladas por la Fundación Altran
consiste en instalar el equipo en la casa de cinco a diez personas
discapacitadas, para estudiar a fondo las condiciones y los beneficios de la
utilización del BCI fuera del laboratorio.
Sellers contó que un neurobiólogo estadounidense de 48 años, afectado por
esclerosis lateral amiotrófica (la misma enfermedad degenerativa que sufre
el astrofísico Stephen Hawking), puede continuar trabajando pese a que
apenas mueve los ojos.
"Redacta propuestas de subvenciones, envía e-mails y utiliza el teclado de
su computadora en la casa", señaló Sellers. Y proyectó una nota escrita para
la ocasión: "Soy un investigador en neurociencias que no podría vivir sin
esta interfaz. Tecleo este mensaje con mi electroencefalograma gracias a la
amable autorización del programa de investigación sobre el sistema de
comunicación cerebro.computadora del Centro Wadsworth".
Fuente:
http://www.clarin.com
CREACION DE INVESTIGADORES DE LOS ESTADOS UNIDOS
Un gorro electrónico permite escribir palabras en una PC con sólo pensarlas
Capta las señales eléctricas emitidas por el cerebro y las "descifra" para
la computadora. Por ahora es un sistema experimental. Pero en el futuro
podría servir para millones de personas discapacitadas.
EN ACCION. Un técnico con el gorro electrónico, durante su presentación en
un encuentro científico en París. (AFP)
un encuentro científico en París. (AFP)
Sibila Camps
scamps@clarin.com
En el Laboratorio de Ciencias Cognitivas del Centro Wadsworth de Albany,
Nueva York, un grupo internacional diseñó un gorro con dos docenas de
electrodos que pueden leer el pensamiento y escribirlo en una computadora.
El desarrollo fue presentado en el II Salón de la Investigación y la
Innovación, en París, con el patrocinio de la Fundación Altran, que impulsa
los avances tecnológicos al servicio del bien público.
El Centro Wadsworth, dependiente del Estado de Nueva York, está
especializado en la investigación sobre salud. En 2005, Jonathan Wolpaw,
director del equipo Brain-Computer Interface (BCI, su sigla en inglés, que
significa "interfaz cerebro-computadora"), ganó el premio anual de la
Fundación Altran con un software gracias al cual se puede operar una
computadora mediante las ondas emitidas por el cerebro.
Las filiales estadounidenses del Grupo Altran -líder europeo en consultorías
tecnológicas- elaboraron varias propuestas para desarrollar el prototipo.
Básicamente, este sistema BCI presenta dos formas de empleo: el modo cursor,
que permite al usuario desplazar el cursor sobre el monitor de la PC; y el
modo dictado, por el cual es posible escribir un texto con sólo ir
concentrándose en las letras de cada palabra.
El jueves, en París, el científico austríaco Peter Brunner se calzó el gorro
y fijó la mirada en la pantalla de una computadora portátil. Sin mover un
músculo, letra por letra escribió "Hello".
Gracias a los electrodos, el sistema capta las señales eléctricas emitidas
por el cerebro y las digitaliza, para que la computadora pueda traducirlas.
El software se basa en un algoritmo que analiza las ondas emitidas por el
cerebro, como un electroencefalograma, y marca los picos de intensidad
correspondientes a esfuerzos mentales determinados.
Si el usuario quiere escribir, por ejemplo, la "a", concentra su atención en
un rectángulo de la pantalla con letras y símbolos, que incluye la "a". Una
por una y de manera aleatoria, las columnas y las líneas de esta matriz se
iluminan, y el cerebro envía una señal más intensa cuando una de ellas
contiene la letra "a".
De este modo, en 15 segundos, el sistema determina con exactitud qué letra
está escrutando y desea emplear el usuario. El sistema es doblemente
adaptativo, pues tanto el software como el usuario se vuelven más eficientes
con el uso. "Puede parecer poco práctico, pero para una persona que no puede
moverse ni hablar marca una diferencia enorme", destacó el doctor Eric
Sellers, del Centro Wadsworth.
Sellers señaló que la tecnología BCI podrá mejorar la calidad de vida de
unos 100 millones de personas en el mundo, de los cuales 16 millones tienen
parálisis cerebral, y al menos otros 5 millones más sufrieron la ruptura de
la médula espinal. Además, 10 millones de personas padecen una parálisis
total después de un ataque cerebrovascular.
Las aplicaciones van más allá de la escritura, ya que podrá ser usada para
manejar sillas de ruedas. "Ya somos capaces de hacerlo. Pero el problema es
complejo y, por el momento, no sería muy seguro", advirtió Sellers.
Una de las líneas de investigación apuntaladas por la Fundación Altran
consiste en instalar el equipo en la casa de cinco a diez personas
discapacitadas, para estudiar a fondo las condiciones y los beneficios de la
utilización del BCI fuera del laboratorio.
Sellers contó que un neurobiólogo estadounidense de 48 años, afectado por
esclerosis lateral amiotrófica (la misma enfermedad degenerativa que sufre
el astrofísico Stephen Hawking), puede continuar trabajando pese a que
apenas mueve los ojos.
"Redacta propuestas de subvenciones, envía e-mails y utiliza el teclado de
su computadora en la casa", señaló Sellers. Y proyectó una nota escrita para
la ocasión: "Soy un investigador en neurociencias que no podría vivir sin
esta interfaz. Tecleo este mensaje con mi electroencefalograma gracias a la
amable autorización del programa de investigación sobre el sistema de
comunicación cerebro.computadora del Centro Wadsworth".
Fuente:
http://www.clarin.com