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lunes, junio 12, 2006
Prueban que las células madre sirven contra males autoinmunes
Nota publicada en el Diario Clarín el 13 de Febrero de 2006
SALUD : USARON LA TECNICA DEL AUTOTRASPLANTE
Prueban que las células madre sirven contra males autoinmunes
Lo demostraron para el caso del lupus, que ataca los riñones, la piel y las articulaciones. Aseguran que la técnica también podrá usarse para otras enfermedades que deterioran el sistema de defensas.
Valeria Román.
vroman@clarin.com
En el propio cuerpo enfermo, también pueden ocultarse terapias para remediarlo. Cada vez hay más pruebas para pensar que las células madre —con capacidad para dividirse por períodos indefinidos en cultivo y dar lugar a otras que están especializadas— pueden resultar útiles para tratar las enfermedades autoinmunes.
Esta vez, probaron su eficacia para tratar el lupus (en su variante sistémico eritematoso), una enfermedad autoinmune por la cual el sistema de defensas del organismo ataca a sus propios tejidos y órganos, como los riñones, la piel, el cerebro y las articulaciones. El estudio se hizo en Chicago, EE.UU., en la Facultad de Medicina de la Northwestern University: "Practicamos un autotrasplante de células madre en pacientes con lupus que eran resistentes al tratamiento estándar", dijo por teléfono a Clarín el investigador Richard Burt.
Como tratamiento habitual, hoy los médicos recetan corticoides, que son antiinflamatorios y disminuyen la actividad inmunológica. O también se usan las drogas antimaláricas en los casos en que el lupus afecta la piel. Pero no todos los pacientes responden bien a esos fármacos. "Cerca del 10 por ciento de las personas con lupus son refractarias", señaló Burt. Para esos pacientes, el autotrasplante podría servir.
¿En qué consiste esta opción? En tomar primero células madre hematopoyéticas del paciente afectado y en eliminar glóbulos blancos defectuosos del sistema inmune a través de una quimioterapia. Después de todo, las células madre se vuelven a implantar para que se especialicen y hagan que el sistema de defensas no ataque al propio organismo.
Para demostrar la eficacia de este autotrasplante, entre abril de 1997 y enero de 2005 el grupo de Burt enroló a 50 pacientes, de los cuales 2 fallecieron antes de someterse al autotrasplante. El seguimiento de los que sí pasaron por este tratamiento dio como resultado que la probabilidad de sobrevida sin los síntomas de la enfermedad en cinco años era del 50 por ciento. Aunque la remisión más extensa fue de 7 años y medio. El estudio se publicó el 1 de febrero en JAMA de la Asociación Médica Americana.
Los resultados, sostuvo Burt, hicieron que se justificara la realización de un estudio que compare al autotrasplante con el tratamiento estándar. Según el investigador, ya obtuvieron un subsidio de 10 millones de dólares para hacer ese estudio durante los próximos meses en EE.UU.
Consultada por Clarín, Cristina Echeverría, especialista en lupus del Servicio de Dermatología del Centro de Educación Médica e Investigaciones clínicas Norberto Quirno (CEMIC), comentó sobre el autotrasplante: "Puede ser una alternativa en caso de pacientes con lupus sistémico, severamente enfermos y que no hayan tenido respuesta a otras terapias. Se trata de un estudio abierto que enroló un bajo número de pacientes. Se deberían esperar estudios comparativos con terapias vigentes para afirmar la utilidad".
No sólo se beneficiarían los pacientes con lupus que no responden a las terapias disponibles. También Burt apuesta a que el autotrasplante con células madre pueda usarse para muchos de los 80 desórdenes autoinmunes que pueden afectar al cuerpo humano. Y de hecho el equipo de Chicago ya estuvo haciendo ensayos con pocos pacientes para tratar esclerosis múltiple, la enfermedad de Crohn y la esclerodermia.
En el caso de la esclerosis múltiple, se cree que el sistema inmune ataca la mielina, que es una sustancia que forma parte de una capa aislante que protege a las fibras nerviosas del cerebro.
Quince pacientes con ese desorden fueron sometidos al autotrasplante y los resultados fueron: 8 mejoraron significativamente en una escala que mide el estado de discapacidad; 6 permanecieron sin cambios y solo un paciente deterioró su estado.
En tanto, en el ensayo con 15 pacientes con la enfermedad de Crohn (por la cual el sistema inmune reacciona contra el intestino), 12 experimentaron una remisión sustancial a los seis meses del tratamiento. Y en el caso de los que padecían esclerodermia (que afecta el tejido conectivo y produce cambios en la piel, vasos sanguíneos y en los músculos esqueléticos) la sobrevida promedio fue del 89 por ciento, después de un seguimiento de 20 meses. Son pequeños avances que dan esperanzas, pero que también señalan cuánto cuesta encontrarle la vuelta a que el propio cuerpo use las terapias que tiene escondidas.
Qué son las células madre
Unas células muy especiales
Las células madre, que tanto se aprecian ahora por sus potencialidades para tratar múltiples enfermedades, poseen dos cualidades distintivas. No tienen aún una función específica y se renuevan a sí mismas. Y bajo ciertas condiciones, según los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, pueden ser inducidas a convertirse en células especializadas, como por ejemplo las del músculo cardíaco o las productoras de insulina en el páncreas.
Los científicos de distintos países experimentan con dos tipos de células madre: unas se encuentran en el organismo ya adulto. Otras pueden derivarse de embriones. Esta última opción es la más controvertida, porque supone el uso de embriones humanos para investigación y para descarte y no todo el mundo lo acepta.
Dentro del grupo de células madre que persisten en el organismo adulto están las hematopoyéticas, que fueron las usadas por el equipo de Richard Burt, en la Facultad de Medicina de la Northwestern University. Pero la historia de la investigación con ese tipo de células empezó cuarenta años atrás.
En los años 60 se descubrió que la médula ósea contiene al menos dos tipos de células madre. Por un lado, las hematopoyéticas, que dan lugar a todos los tipos de células sanguíneas del organismo, y una segunda población, llamadas células estromales, que generan hueso, cartílago, grasa y tejido conectivo fibroso. Los autotrasplantes de células de la médula ósea hoy ya son comunes para pacientes con leucemias y linfomas.
El mundo científico concentra tiempo y dinero en saber más sobre las células madre por sus posibles aplicaciones. Cada vez hay más evidencias para esperar que sean terapias para tratar mejor a los pacientes con esclerodermia, mal de Parkinson y de Alzheimer, ataque cerebrovascular, diabetes, osteoartritis y artritis reumatoidea.
Punto de vista
Presión científica
Oscar Angel Spinelli
ospinelli@clarin.com
Las células madre son gran parte del futuro de la medicina. Se muestran eficaces para reparar tejidos. Y hay esperanzas contra ciertos tumores, la diabetes, el Alzheimer y el Parkinson. Los investigadores de EE.UU. hacen punta. Pero las restricciones federales al uso de embriones desechados los limitan. Los científicos ya se organizan contra esta política. Diecisiete prestigiosas universidades e institutos de Nueva York acaban de pedir un fondo estatal para apoyar las investigaciones. Contra la opinión de Bush, quieren seguir el ejemplo de California y otros estados.
Fuente:
http://www.clarin.com/
Gentileza de Luis Donato
SALUD : USARON LA TECNICA DEL AUTOTRASPLANTE
Prueban que las células madre sirven contra males autoinmunes
Lo demostraron para el caso del lupus, que ataca los riñones, la piel y las articulaciones. Aseguran que la técnica también podrá usarse para otras enfermedades que deterioran el sistema de defensas.
Valeria Román.
vroman@clarin.com
En el propio cuerpo enfermo, también pueden ocultarse terapias para remediarlo. Cada vez hay más pruebas para pensar que las células madre —con capacidad para dividirse por períodos indefinidos en cultivo y dar lugar a otras que están especializadas— pueden resultar útiles para tratar las enfermedades autoinmunes.
Esta vez, probaron su eficacia para tratar el lupus (en su variante sistémico eritematoso), una enfermedad autoinmune por la cual el sistema de defensas del organismo ataca a sus propios tejidos y órganos, como los riñones, la piel, el cerebro y las articulaciones. El estudio se hizo en Chicago, EE.UU., en la Facultad de Medicina de la Northwestern University: "Practicamos un autotrasplante de células madre en pacientes con lupus que eran resistentes al tratamiento estándar", dijo por teléfono a Clarín el investigador Richard Burt.
Como tratamiento habitual, hoy los médicos recetan corticoides, que son antiinflamatorios y disminuyen la actividad inmunológica. O también se usan las drogas antimaláricas en los casos en que el lupus afecta la piel. Pero no todos los pacientes responden bien a esos fármacos. "Cerca del 10 por ciento de las personas con lupus son refractarias", señaló Burt. Para esos pacientes, el autotrasplante podría servir.
¿En qué consiste esta opción? En tomar primero células madre hematopoyéticas del paciente afectado y en eliminar glóbulos blancos defectuosos del sistema inmune a través de una quimioterapia. Después de todo, las células madre se vuelven a implantar para que se especialicen y hagan que el sistema de defensas no ataque al propio organismo.
Para demostrar la eficacia de este autotrasplante, entre abril de 1997 y enero de 2005 el grupo de Burt enroló a 50 pacientes, de los cuales 2 fallecieron antes de someterse al autotrasplante. El seguimiento de los que sí pasaron por este tratamiento dio como resultado que la probabilidad de sobrevida sin los síntomas de la enfermedad en cinco años era del 50 por ciento. Aunque la remisión más extensa fue de 7 años y medio. El estudio se publicó el 1 de febrero en JAMA de la Asociación Médica Americana.
Los resultados, sostuvo Burt, hicieron que se justificara la realización de un estudio que compare al autotrasplante con el tratamiento estándar. Según el investigador, ya obtuvieron un subsidio de 10 millones de dólares para hacer ese estudio durante los próximos meses en EE.UU.
Consultada por Clarín, Cristina Echeverría, especialista en lupus del Servicio de Dermatología del Centro de Educación Médica e Investigaciones clínicas Norberto Quirno (CEMIC), comentó sobre el autotrasplante: "Puede ser una alternativa en caso de pacientes con lupus sistémico, severamente enfermos y que no hayan tenido respuesta a otras terapias. Se trata de un estudio abierto que enroló un bajo número de pacientes. Se deberían esperar estudios comparativos con terapias vigentes para afirmar la utilidad".
No sólo se beneficiarían los pacientes con lupus que no responden a las terapias disponibles. También Burt apuesta a que el autotrasplante con células madre pueda usarse para muchos de los 80 desórdenes autoinmunes que pueden afectar al cuerpo humano. Y de hecho el equipo de Chicago ya estuvo haciendo ensayos con pocos pacientes para tratar esclerosis múltiple, la enfermedad de Crohn y la esclerodermia.
En el caso de la esclerosis múltiple, se cree que el sistema inmune ataca la mielina, que es una sustancia que forma parte de una capa aislante que protege a las fibras nerviosas del cerebro.
Quince pacientes con ese desorden fueron sometidos al autotrasplante y los resultados fueron: 8 mejoraron significativamente en una escala que mide el estado de discapacidad; 6 permanecieron sin cambios y solo un paciente deterioró su estado.
En tanto, en el ensayo con 15 pacientes con la enfermedad de Crohn (por la cual el sistema inmune reacciona contra el intestino), 12 experimentaron una remisión sustancial a los seis meses del tratamiento. Y en el caso de los que padecían esclerodermia (que afecta el tejido conectivo y produce cambios en la piel, vasos sanguíneos y en los músculos esqueléticos) la sobrevida promedio fue del 89 por ciento, después de un seguimiento de 20 meses. Son pequeños avances que dan esperanzas, pero que también señalan cuánto cuesta encontrarle la vuelta a que el propio cuerpo use las terapias que tiene escondidas.
Qué son las células madre
Unas células muy especiales
Las células madre, que tanto se aprecian ahora por sus potencialidades para tratar múltiples enfermedades, poseen dos cualidades distintivas. No tienen aún una función específica y se renuevan a sí mismas. Y bajo ciertas condiciones, según los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, pueden ser inducidas a convertirse en células especializadas, como por ejemplo las del músculo cardíaco o las productoras de insulina en el páncreas.
Los científicos de distintos países experimentan con dos tipos de células madre: unas se encuentran en el organismo ya adulto. Otras pueden derivarse de embriones. Esta última opción es la más controvertida, porque supone el uso de embriones humanos para investigación y para descarte y no todo el mundo lo acepta.
Dentro del grupo de células madre que persisten en el organismo adulto están las hematopoyéticas, que fueron las usadas por el equipo de Richard Burt, en la Facultad de Medicina de la Northwestern University. Pero la historia de la investigación con ese tipo de células empezó cuarenta años atrás.
En los años 60 se descubrió que la médula ósea contiene al menos dos tipos de células madre. Por un lado, las hematopoyéticas, que dan lugar a todos los tipos de células sanguíneas del organismo, y una segunda población, llamadas células estromales, que generan hueso, cartílago, grasa y tejido conectivo fibroso. Los autotrasplantes de células de la médula ósea hoy ya son comunes para pacientes con leucemias y linfomas.
El mundo científico concentra tiempo y dinero en saber más sobre las células madre por sus posibles aplicaciones. Cada vez hay más evidencias para esperar que sean terapias para tratar mejor a los pacientes con esclerodermia, mal de Parkinson y de Alzheimer, ataque cerebrovascular, diabetes, osteoartritis y artritis reumatoidea.
Punto de vista
Presión científica
Oscar Angel Spinelli
ospinelli@clarin.com
Las células madre son gran parte del futuro de la medicina. Se muestran eficaces para reparar tejidos. Y hay esperanzas contra ciertos tumores, la diabetes, el Alzheimer y el Parkinson. Los investigadores de EE.UU. hacen punta. Pero las restricciones federales al uso de embriones desechados los limitan. Los científicos ya se organizan contra esta política. Diecisiete prestigiosas universidades e institutos de Nueva York acaban de pedir un fondo estatal para apoyar las investigaciones. Contra la opinión de Bush, quieren seguir el ejemplo de California y otros estados.
Fuente:
http://www.clarin.com/
Gentileza de Luis Donato